Por Brad Brooks y Lisandra Paraguassu -Reuters
El juez del Supremo Tribunal Federal Edson Fachin, que supervisa la “Operación Lavado de Autos”, escribió que una investigación inmediata sobre Temer era necesaria porque hechos criminales “están ocurriendo o están por ocurrir”.
Temer dijo el jueves, en una alocución al país, que no renunciaría a la presidencia, pese a que se conoció una grabación en la que conversa con el presidente del directorio de JBS, Joesley Batista, y aparentemente consiente en que haya pagos para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, quien está preso por corrupción.
Cunha dirigió el año pasado el juicio político contra la entonces presidenta Rousseff.
Muchos políticos temen que Cunha testifique a favor de la acusación y que implique a decenas de legisladores y funcionarios.
La máxima corte brasileña divulgó el viernes testimonios de delación compensada en donde se acusa al presidente Michel Temer y a sus dos predecesores de recibir millones de dólares en sobornos, en el acontecimiento más perjudicial hasta el momento en una histórica investigación por corrupción.
Las declaraciones, hechas públicas por el Supremo Tribunal Federal (STF), son de ejecutivos del mayor procesador de carne del mundo y generan serias dudas sobre la capacidad de Temer para mantenerse en la presidencia.
Los escándalos que han sacudido a la clase política y a muchos líderes empresariales reducen las posibilidades de que Temer, un conservador que asumió el año pasado tras un juicio político a la expresidenta Dilma Rousseff, pueda avanzar con cruciales reformas económicas para que la mayor economía de América Latina se recupere de su peor recesión en los registros.
El STF dijo que aprobó una investigación sobre Temer por corrupción y obstrucción a la justicia. Los pedidos para su renuncia se han intensificado, incluyendo una editorial del período O Globo, que normalmente es criticado por la izquierda por apoyar a los políticos conservadores.
“Este es fácilmente el peor momento en Brasil desde el retorno a la democracia”, dijo Claudio Couto, cientista político de la Fundación Getulio Vargas.
Las revelaciones provinieron de testimonios de los ejecutivos de JBS SA, un procesador de productos cárnicos que creció rápidamente gracias a préstamos baratos del banco estatal de desarrollo durante los 13 años de gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Rousseff con el Partido de los Trabajadores.