Iván Cantú, condenado por los asesinatos en el 2000 de su primo, James Mosqueda, y la prometida de este, Amy Kitchen, es uno de los dos reclusos cuya ejecución está prevista para la jornada mediante inyección letal en Estados Unidos.
El otro, el asesino serial Thomas Creech, de 73 años, será ejecutado en Idaho tras haber estado en el corredor de la muerte durante casi medio siglo, por matar a otro recluso mientras cumplía cadena perpetua.
Cantú fue condenado en 2001. Su entonces enamorada, Amy Boettcher, actualmente fallecida, testificó que él había admitido su culpa y que la llevó a la casa de Mosqueda para mostrarle los cuerpos y buscar drogas. El hermano de Boettcher también lo acusó, pero luego se retractó.
Entre las pruebas en el juicio, se mostró un pantalón con sangre de las víctimas que fue encontrado en el bote de basura de la cocina de Cantú. Sus abogados sostienen que Amy Boettcher mintió y que otra persona colocó allí la prenda, que no era de Cantú.
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Incluso el presidente del jurado que lo condenó pidió que se retrase la ejecución para una mayor investigación.
Cantú culpó de los asesinatos a un narcotraficante a quien su primo le debía dinero.
La Conferencia de Obispos Católicos de Texas ha instado a que se detenga la ejecución debido a “serias incertidumbres” en el caso.
La actriz Jane Fonda compartió en sus redes sociales un video de su colega Martin Sheen, un opositor a la pena de muerte, quien llamó a firmar una petición en Moveon.org, instando al gobernador de Texas, Greg Abbott, a conceder una suspensión de la ejecución de Cantú, y que obtuvo unas 150.000 firmas.
La estrella de telerrealidad Kim Kardashian instó en X al gobernador a conceder una prórroga “para dar tiempo a que se evalúen nuevas pruebas” y no se ejecute “a un hombre condenado injustamente”.
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Los abogados de Cantú presentaron una serie de apelaciones de último momento para intentar detener su ejecución.
Según una reciente encuesta Gallup, el 53 por ciento de los estadounidenses apoya la pena de muerte para alguien condenado por asesinato, el nivel más bajo desde 1972.
La pena capital fue abolida en 23 estados de Estados Unidos, mientras que los gobernadores de Arizona, California, Ohio, Oregón, Pensilvania y Tennessee suspendieron su uso.
Este año ya hubo una ejecución en Estados Unidos, la de un preso de Alabama, mediante inhalación de gas nitrógeno, en medio de acusaciones de tortura. En 2023, hubo 24 ejecuciones en Estados Unidos, todas ellas realizadas mediante inyección letal.
AFP.