Reunión entre los principales jefes policiales con el comandante de la Policía Nacional, Gilberto Fleitas, revela que aunque ya sucedieron varios hechos de sicariato en Asunción, las autoridades siguen sin esbozar una estrategia para prevenir hechos similares al perpetrado en el estacionamiento de un supermercado de nuestra ciudad capital.
El asesinato a balazos del supuesto narco Ederson Salinas Benítez, alias Ryguasu, en un centro comercial muy concurrido, movilizó a la cúpula de la Policía Nacional; es así que ayer se reunieron para delinear estrategias para evitar futuros hechos de violencia, e impedir que existan víctimas colaterales en el marco de los conflictos vinculados al crimen organizado.
César Silguero, jefe de Investigación de Hechos Punibles, dijo que todas las unidades especializadas y el sistema de inteligencia trabajan de forma permanente con el Ministerio Público.
El jefe policial trajo a colación la detención de cinco personas y la incautación de armas, que había ocurrido en el barrio Ycuá Satí, de Asunción. Según Silguero, en ese momento ya habían frustrado un posible ataque contra Ederson Salinas Benítez, alias Ryguasu.
Además, mencionó que la víctima se había trasladado hasta Asunción desde hace algunos meses y que no contaba con órdenes de captura en su contra.
Silguero señaló también que según datos que manejan los investigadores, un secretario de Ryguasu estaba con él, luego del crimen volvió a la vivienda donde se alojaban y habría extraído una maleta con dinero.
El comandante de la Policía Nacional, Gilberto Fleitas, manifestó que según datos que se manejan, una de las armas utilizadas en el homicidio de Ederson Salinas Benítez habría sido usada en otro atentado. Específicamente en junio del año pasado, en el cual intentaron matar a Julio Velázquez, hijo del ex intendente de Zanja Pytã, Ramón Velázquez, en Pedro Juan Caballero.
El médico forense Pablo Lemir mencionó, tras la autopsia practicada al supuesto narco, que el hombre recibió 34 impactos de bala.
SICARIATO EN ASUNCIÓN. El crimen organizado viene ingresando en la capital y el área central desde tiempo atrás.
En enero del 2017, en el barrio Republicano de Asunción, Pablo Jacques (41), amigo de Jarvis Chimenes Pavão, fue emboscado y acribillado junto a su pareja, Milena Suares Bandeira (26), y otra persona más, Mirellis Suares (21), la única sobreviviente de este atentado. Acababan de visitar a Jarvis Pavão.
En octubre de 2017, un ataque a tiros por sicarios en el barrio residencial Madame Lynch, de Asunción, dejó como víctimas fatales a un niño de 5 años de edad y su padre William Giménez Bernal, quien también había visitado a Pavão en prisión.
En setiembre del 2021 era asesinado el empresario Mauricio Schwartzman, en el barrio Jara de la ciudad de Asunción. El hombre estaba vinculado a las organizaciones criminales relacionadas en el Operativo A Ultranza Py.
Según la Fiscalía, el aumento de los casos de sicariato se registró en el 2021, en ese año se produjeron 13 muertes violentas a manos de sicarios en Asunción y Central.
“Llamativo silencio de las autoridades”
La Unión de Gremios de la Producción (UGP) manifestó respecto al último caso de sicariato en pleno supermercado de Asunción que el silencio de las autoridades y los partidos políticos es muy elocuente.
“Por parte de las autoridades, hay un llamativo silencio: la seguridad de toda la ciudadanía es SU responsabilidad y claramente están fracasando en garantizar la seguridad en el día a día de la gente”, menciona en un comunicado.
Además, reclama que el asesinado no era una persona común, habría sufrido un atentado hace un año y tenía antecedentes penales tanto en Brasil como en Paraguay. “A pesar de esto, su ficha policial estaba ‘limpia’. Se movía en una camioneta blindada y sin chapa”, apunta la nota.
También se refiere a los políticos en campaña, que sería el otro sector que se limita a declaraciones muy ligeras, “más enfocados en conseguir votos que en proponer soluciones reales a las preocupaciones ciudadanas”.
Finalmente, menciona el comunicado que se necesita de instituciones sólidas y eficientes que, por encima de los intereses personales, garanticen políticas públicas que permitan a los habitantes trabajar en paz por un país mejor.
MÁS REPUDIO. La Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu) en un comunicado había expresado igual repudio al actuar discrecional de las bandas criminales y exigido a las autoridades que “dejen de bailar con la corrupción”.
“Condenamos enérgicamente el asesinato cometido en un supermercado, en el corazón de Asunción”.
Los supermercadistas instan a “no ceder a la tentación de normalizar este tipo de salvajismos, minimizándolos como ajuste de cuentas”. Exigen también a las autoridades que “dejen de bailar con la corrupción” y que la “Justicia baje la venda levantada, para frenar la degradación de la calidad de vida de todos los paraguayos y paraguayas”.
La Cámara de Centros Comerciales del Paraguay también se pronunció y condena enérgicamente los hechos de violencia y exige a las autoridades a actuar con firmeza, transparencia.
“No podemos y mucho menos debemos tolerar este estilo de vida de violencia y delincuencia criminal. Este no es el Paraguay que queremos”, apunta.