“Dos docenas de personas han sido transportadas al hospital de Highland Park. Se ha confirmado la muerte de seis”, dijo a los periodistas el comandante Chris O’Neil, de la policía de esta localidad acomodada de unos 30.000 habitantes a orillas del lago Michigan.
BÚSQUEDA. El sospechoso, descrito por la policía como un “peligroso” hombre blanco de entre 18 y 20 años en posesión de un “rifle de alta potencia”, escapó y está siendo buscado, dijo O’Neil, que instó a todas la personas a guarecerse.
La policía dijo que se hallaron “pruebas de arma de fuego” en un techo cercano.
“Todo indica que (el sospechoso) era discreto, era muy difícil de ver”, dijo el portavoz de la fuerza de crímenes mayores del condado de Lake, Christopher Covelli.
Varias agencias policiales, incluyendo el Buró Federal de Investigaciones, la policía estatal y la policía local, colaboran en la respuesta al ataque.
“En un día en que nos reunimos para celebrar la comunidad y la libertad, estamos de luto por la trágica pérdida de vidas y luchando contra el terror que nos trajo”, lamentó en tanto la alcaldesa de Highland Park, Nancy Rotering.
Tanto O’Neill como Rotering dijeron que el tiroteo comenzó alrededor de las 10:14 (15:14 GMT).
A lo largo de la ruta del desfile, podían verse sillas abandonadas y otras pertenencias esparcidas tras la desesperada huida de los espectadores.
“Todos pensaron que eran fuegos artificiales”, relató a CNN una asistente al desfile, que se identificó como Zoe.
“Mi papá pensó que era parte del espectáculo, y yo dije: ‘Papá, no... algo anda mal’. Y lo agarré. Y volví a mirarlo, y luego fue solo un mar de pánico, y la gente simplemente caía y caía”.
Mientras corrían, dijo que a pocos metros detrás de ella “vi a una niña a la que dispararon y mataron... la vi morir”.
Agregó que primero se escondieron detrás de un contenedor de basura antes de que la policía los llevara al sótano de una tienda con otras personas.
Cuando finalmente pudieron irse, dijo Zoe a CNN, la ruta del desfile parecía “un campo de batalla”.
El tiroteo se produjo en el marco de una ola de violencia armada que azota a los Estados Unidos, donde aproximadamente 40.000 personas mueren anualmente por armas de fuego.
El debate sobre el control de armas, un tema profundamente divisivo en el país, se reavivó tras dos masacres en mayo en las que 10 afroestadounidenses fueron baleados en un supermercado del norte del estado de Nueva York y 21 personas, 19 de ellos niños, fueron asesinadas en una escuela primaria en Texas. Tras estos hechos, el Congreso logró aprobar la primera legislación significativa en décadas para intentar atajar el problema de las armas.
Joe Biden está “conmocionado
El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró sentirse “conmocionado” ante un nuevo tiroteo masivo “sin sentido” en Estados Unidos, después de que este lunes un hombre abriera fuego sobre los asistentes a un desfile por el Día de la Independencia en Illinois.
Biden prometió además seguir luchando contra “la epidemia de la violencia con armas de fuego” en el país, y dijo que ha ordenado a las fuerzas de seguridad federales que acudan a Highland Park, cerca de Chicago, para ayudar en la búsqueda del sospechoso, que continúa a la fuga.
“Jill (Biden) y yo estamos conmocionados por la violencia con armas de fuego que ha vuelto a traer dolor a una comunidad estadounidense durante este Día de la Independencia”, dijo Biden y animó a los residentes de Highland Park a que continúen siguiendo los consejos de las autoridades.