Titán es más grande que el planeta Mercurio, está envuelta en una gruesa atmósfera (es la única luna del Sistema Solar que tiene una), está cubierta por ríos y mares de hidrocarburos líquidos como el metano y el etano, debajo de los cuales hay una gruesa corteza de hielo de agua y debajo de esta puede haber un océano de agua líquida que podría potencialmente albergar vida.
Tras décadas de medidas y cálculos, los expertos han descubierto que la órbita de Titán alrededor de Saturno se está expandiendo, es decir, que cada vez se aleja más del planeta y lo hace una tasa 100 veces más rápido de lo esperado.
La investigación sugiere que Titán nació mucho más cerca de Saturno de lo estimado y que migró a su actual distancia, de 1,2 millones de kilómetros, hace más de 4.500 millones de años.
Esto implica, según uno de los autores del estudio Jim Fuller del Instituto Tecnológico de California (Caltech), que el sistema de lunas de Saturno y potencialmente su anillos se formaron y evolucionado de una forma más dinámica de lo que se creía.
Para entender los fundamentos de la migración orbital se puede observar a la Luna, que ejerce una pequeña atracción gravitacional sobre la Tierra mientras orbita y eso es lo que causa las mareas.
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Los procesos de fricción dentro de la Tierra convierten parte de esta energía en calor, distorsionando el campo gravitatorio de la Tierra de modo que tira de la Luna hacia adelante en su órbita, explica Caltech en un comunicado.
Esto hace que la Luna gane energía y se aleje gradualmente de la Tierra, a un ritmo de unos 3,8 centímetros por año, de manera que nuestro planeta no “perderá" su satélite hasta que ambas no sean engullidas por el Sol, dentro de unos 6.000 millones de años.
Titán ejerce una atracción similar sobre Saturno, pero se cree que debido a su composición gaseosa el proceso de fricción dentro de ese planeta es más débil que en la Tierra.
Las teorías estándar predicen que Titán, debido a su distancia de Saturno, debería alejarse de una tasa de 0,1 centímetros por año, pero los nuevos resultados señalan que no sería así y lo hace 11 centímetros.
Dos equipos de investigadores han usado cada un método diferente para medir la órbita de Titán en un periodo de 10 años y los resultados de ambos análisis apuntaron resultados concordantes, indicó el autor principal del estudio, Valéry Lainey.
Estos resultados también están en línea con una teoría propuesta en 2016 por Fuller, que ya predecía que la tasa de migración de Titán debería ser mucho más rápida de lo estimado.
Esta teoría llamada de bloqueo de resonancia puede aplicarse, según Fuller, a muchos sistemas astrofísicos y ahora está realizando un trabajo teórico para ver si ese mismo proceso puede ocurrir en sistemas estelares binarios, o sistemas de exoplanetas.