“El salario mínimo debe ser reajustado, más aún considerando que el año pasado no se produjo el reajuste debido a que su estudio coincidió con la cuarentena vigente por la aparición del Covid-19, por lo que tanto el sector empresarial como el trabajador acordaron no incrementarlo”, aseveró Karina Gómez, directora del Trabajo y actual presidenta de la Comisión Nacional de Salario Mínimo (Conasam), al ser consultada sobre si se podría conceder la suba del sueldo mínimo.
El lunes, los miembros de la Conasam se reunieron para analizar el informe sobre el Índice de Precios al Consumidor enviado a este organismo por el Banco Central del Paraguay (BCP), por lo que solicitaron un cuarto intermedio hasta el viernes para llevar una resolución de cada sector por el porcentaje de aumento a ser solicitado al Ejecutivo.
El último informe entregado por el BCP a la Conasam indica que la inflación interanual de mayo pasado fue de 3,7%, mientras que la suba de precios acumulada desde el último ajuste del salario base fue de 4,4%, por lo que corresponde un reajuste del sueldo piso vigente. “Ahora, las circunstancias han cambiado, la reactivación se está dando a paso lento, y de a poco se están recuperando los puestos laborales y se está esperando un reajuste, teniendo en cuenta el informe del BCP y la inflación acumulada”, indicó Gómez.
En caso de considerarse los incrementos del IPC medido por el BCP, el salario mínimo podría subir entre G. 81.135 y G. 96.484 y elevarse a casi G. 2.300.000.
Si el viernes las partes llegan a convenir el monto del reajuste salarial durante la nueva reunión del Conasam, ese mismo día podría salir una decisión que sería elevada al Poder Ejecutivo para que dictamine su decisión a través de un decreto. “Si las posiciones están encontradas en cuanto al porcentaje de la suba, se tendrá que ver la manera de llegar a un acuerdo y poner eso a consideración del presidente de la República”, indicó Gómez.