“Vamos a trabajar para que tengamos una planta de tratamiento exclusivamente sectorizada para los bañadenses”, anunció Bernal durante una reunión con los pobladores en la plaza Cañones, del barrio San Cayetano, de Asunción.
Su presencia en el lugar respondió a una serie de reclamos realizados por vecinos de distintas localidades, como los del barrio Santa Ana, en donde unas 300 familias reclaman la falta de agua y las dificultades para afrontar el clima con esta necesidad.
Bernal adelantó que una cuadrilla de la Essap trabajará a partir de este miércoles para realizar un rastreo pormenorizado de todos los caños rotos que existen en la zona del Bañado Sur. El objetivo sería reemplazarlos y localizar las posibles conexiones clandestinas que perjudican a los usuarios que desean tener el servicio de forma regular.
Otra de sus promesas fue instalar tanques en todos los barrios. “A partir de mañana (miércoles) van a estar todos los camiones cisterna llenando los reservorios ya instalados en diferentes barrios. También vamos a instalar más tanques para tener reservorios llenos”, dijo en una entrevista posterior a la reunión.
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La problemática por la que atraviesan los pobladores del Bañado Sur, en la opinión de Bernal, tiene una estrecha relación con las instalaciones precarias con las que se distribuye el servicio. “Se instalan cañerías de un diametro inferior que, lejos de darle un beneficio, le causa un perjuicio al usuario y la comunidad”, explicó.
“Vamos a tener una presencia permanente con camiones hidrantes y haciendo las extensiones de nuestros equipos; también instalando cañerías de dimensión superior, que van a permitir una distribución más eficiente”, adelantó.
Reiteró que “el plan más ambicioso” en su administración será la dotación “de una planta de tratamiento de agua potable sectorizada para Santa Ana, de manera a que no solamente se le beneficie a la comunidad, sino que se le de un mejor servicio a la zona de Sajonia y Obrero”.
Existen cerca de 10.000 familias que se ven afectadas no solo por la falta de agua, sino también por un servicio de pésima calidad. “Hay que hacer un cambio de prácticamente el 80% de las cañerías”, dijo Bernal. “Instalar nuevos ramales que alimenten desde otra zona, no depender de una sola fuente de alimentación, sino que sea más sectorizado”.
Atendiendo a que muchos de los pobladores viven precariamente, la promesa por un mejor servicio también vino con la de una tarifa más amigable. “Vamos a trabajar en una tarifa social que esté del lado del usuario del Bañado”, resaltó finalmente el titular de la Essap.
Silvina Martina Brítez, pobladora de hace más de 50 años de la zona, detalló a Última Hora que el agua al que tienen acceso está contaminada y que, en ocasiones, deben soportar la necesidad de hidratarse por falta de dinero.
“La población se extiende cada vez más y tenemos que comprar agua. Compramos por 10.000 el bidón, y a veces tenemos que acudir a las personas que nos traen el agua a 20.000 o 30.000 por tambor, y muchas veces no tenemos”, contó, instando a la Essap a realizar un nuevo empadronamiento que pueda sondear la situación de las familias.