Como chismes y rumores le llegaban al presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Horacio Torres, las versiones de frecuentes coimas solicitadas por los funcionarios para agilizar o concretar los trámites en torno a la titulación de las tierras.
Sin embargo, nunca tomó medidas y, según indicó, a cada versión, solo pedía grabaciones de los hechos.
Comentó que como sabía que en el Indert era común la coima, contrató a su “gente de confianza”, entre 8 a 10 personas, pero no pudo reemplazar al entonces gerente de Créditos Carlos Soler, quien ocupaba el cargo desde el 2013, porque no encontró una persona capaz, además le habían sugerido que permanezca en ese puesto.
De este modo, Torres intentó desvincularse de Soler, al igual que del ex director general de la Región Occidental, Enrique Gómez de la Fuente, a quien puso en el cargo por recomendación y por sus conocimientos del Chaco.
Dijo que no conocía a ninguno de ellos y que siempre le informaban que ambos pedían dinero con frecuencia, a lo que respondía que acerquen grabaciones. “Soler es el riñón de Justo Cárdenas (ex presidente del Indert), con quien trabajó muchos años. Dijo que salió bien todos estos años. Claro que va a salir bien si era la persona que por lo visto estaba armando todo este esquema”, apuntó.
Aseguró que siempre escuchó que incluso, varios funcionarios pedían coima a su nombre, pero que jamás incurrió en estos ilícitos.
Ante las versiones de que será destituido, Torres señaló que el presidente de la República solo le sugirió que se ponga a disposición de la Fiscalía.
Negó que exista una guerra de poder entre el ministro de Agricultura, Rodolfo Friedmann, y el jefe de Gabinete, Julio Ullón, resaltando que ambos son del mismo movimiento, Colorado Añetete.
Sobre su vinculación con Friedmann, dijo que son amigos hace muchos años. “Cuando uno administra algo, a quién le traés, a las personas que trabajaron contigo y que sean capaces de estar en la función pública y que sea de confianza”, expresó.
La intervención del Indert comenzó el martes y ayer se sumaron la Auditoría General del Poder Ejecutivo (AGPE), a cargo de Luis Cardozo, y la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac), cuyo ministro es René Fernández.
Soler y Gómez de la Fuente fueron imputados por cohecho pasivo agravado en el marco de una investigación por pedido de coima de USD 25.000.
Según el escrito de imputación, el señor Albino Méndez denunció ante el Ministerio Público, el 13 de agosto, que los ex funcionarios del Indert le requirieron una suma de dinero para revocar la desestimación de la adjudicación de un inmueble ubicado en Parapití, Colonia Ñande Mba’e, Departamento de Boquerón, correspondiente a su hija Natalia Méndez Acevedo.
Soler presentó una denuncia ante el Ministerio Público por tráfico de influencias, cohecho pasivo agravado y soborno contra personas innominadas, para salvaguardarse.