–¿Se vieron afectadas las cooperaciones bilaterales y multilaterales, pese a que todo en estos momentos converge en afrontar la emergencia sanitaria por la pandemia?
–No, nosotros estamos trabajando casi igual o más que antes de la pandemia desde nuestras casas, porque estamos en una dirección clave para canalizar la demanda de cooperación que ahora se necesita en esta coyuntura de la pandemia. Además de estar enfocados específicamente en eso, también es verdad que hay algunos temas que han quedado más relegados de la agenda internacional, pero nuestra participación en los grupos de cooperación internacional de los distintos procesos de integración, como el Grupo de Cooperación Internacional del Mercosur, que ahora preside Paraguay, continúa a través del correo electrónico y de las reuniones virtuales. Todo sigue, y se están buscando agendas de intercambio de información, de buenas prácticas. Esta es una situación demasiado particular, inédita, que nos pone ante un enorme desafío.
–¿En qué sentido?
–En que, por un lado, la cooperación internacional se basa en la solidaridad de los países y de los organismos internacionales que fueron creados para trabajar por la paz y la prosperidad de los pueblos y, por otro lado, ahora las necesidades de cada país en el marco de la pandemia hacen que primen los intereses nacionales. La producción de los mismos insumos que hoy necesitamos todos, en todas partes es escasa, entonces, se cerraron las fronteras, se crearon normativas y legislaciones que restringen la exportación de esos productos que necesitamos y ahí, el Paraguay está en desventaja, porque nosotros no producimos muchas de las cosas que precisamos para responder a la urgencia sanitaria.
–¿Cómo salvar esta situación de que no producimos los equipamientos sanitarios e insumos que se está demandando para detener la propagación de la Covid-19?
–Nuestras embajadas se encuentran trabajando en la identificación de oportunidades de cooperación y eventuales proveedores de las cosas que el Ministerio de Salud dice que necesitamos. Es el que comanda y define cuáles son las necesidades y prioridades.
Desde el punto de vista de la cooperación hay menos recursos, todos los fondos se están reorientando al combate a la Covid-19 en todos los países, por parte de los grandes y pequeños cooperantes.
Nosotros trabajamos mucho también con Cooperación Sur-Sur que es un intercambio de buenas prácticas, de políticas públicas entre los países, que requiere menos fondos de financiación, pero que en este momento se ve afectado también, porque los vuelos están cancelados y los técnicos no pueden viajar y están abocados en trabajar en sus propios países.
–¿Entonces qué es lo que se tiene de cooperación, en estos momentos?
–Por un lado, países amigos cooperantes que están viendo las posibilidades de ayudar en lo que se llama cooperación bilateral, es decir, de gobierno a gobierno ya sea a través de donaciones o de fondos de financiación para determinados proyectos. Por ejemplo, lo que está donando Taiwán, o la embajada de Alemania que compró camas y respiradores para determinados hospitales de zonas más vulnerables. Estados Unidos también tiene comprometido su apoyo con nuestro país que se aplicará a través de una transferencia a dos organismos internacionales para las acciones en el Paraguay.
Tenemos además la cooperación multilateral, principalmente a través de la agencias de las Naciones Unidas. La OMS está comandando toda la parte técnica en materia de salud, la estrategia de la contención, etc., pero también el PNUD está colaborando muchísimo en diversas acciones para llevar adelante, por ejemplo, la Alianza pública-privada “Todos por Paraguay”, en un programa de protección contra la violencia de género y en otro, contra las noticias falsas (fake news). Se trata de cooperación técnica y también búsqueda de recursos para poder ir trabajando en distintas líneas. Lo mismo puedo decirse de Unicef que está trabajando para el fortalecimiento de unidades de salud familiar, en comunicación estratégica, y participación ciudadana, por citar solo algunos. Hay otros organismos como la OEI que es un respaldo fundamental para el Ministerio d Educación, en creación de contenidos para las clases virtuales. El Organismo Internacional de Energía Atómica también donó equipos de detección de la Covid-19.
–Obviando estas ayudas, ¿cree que se irá contrayendo la solidaridad internacional, si se prolonga la pandemia?
–Para nada. Hay dificultades, pero se están buscando las formas de cooperar. Por ejemplo, el intercambio de informaciones sobre el comportamiento del coronavirus en cada país. O el plan para contrarrestar las fake news encarado por PNUD en Paraguay fue con cooperación de Finlandia. Pero también Corea está buscando la manera de hacernos llegar unos kits de prueba, muy específicos, que pedimos. Japón también nos está ofreciendo algunos productos que Salud definirá si es conveniente para nuestra realidad. No desapareció el espíritu de solidaridad y de cooperación. Se está manifestando de distintas formas.
–¿Cuándo dice que la cooperación se reorientó hay que entender que fondos que estaban destinados a otras áreas o proyectos se destinan ahora a la emergencia sanitaria?
–Sí, ahora los propios cooperantes están viendo de qué manera pueden reorientar algunos fondos de ciertas donaciones que no se habían concretado todavía.
Por ejemplo, el fondo que la embajada de Alemania normalmente estaba destinado a micro proyectos de producción comunitaria, ahora se dirige a fortalecimiento de centros de salud y proyectos que tengan que ver con reactivación económica.
En algunos casos están reorientando fondos que estaban destinados a otros proyectos. Pero lo que hay que rescatar es la voluntad que tienen todos de buscar alguna vía de cooperación con nuestro país. Lo más importante es el apoyo que le dan al Estado, porque, al fin y al cabo, el apoyo internacional es un respaldo a los esfuerzos del Estado. Esto se ve muy tangiblemente cuando nos ayudan con sus equipos de trabajo a generar políticas públicas y elaborar las estrategias que se están implementando y que están teniendo muy buenos resultados. En la gestión de la cooperación internacional es clave la buena articulación interinstitucional. Nosotros trabajamos con Salud y la Secretaría Técnica de Planificación. Estamos abocados a sistematizar en una plataforma que se llama Mapa de Cooperantes (en la web de la STP), toda la cooperación oficial, bilateral y multilateral, que se recibe en el marco de la pandemia, para transparentar y rendir cuentas.
ENTREVISTA A CYNTHIA FILÁRTIGA, DIRECTORA DE COOPERACIÓN DEL MINISTERIO DE RREE
Países amigos y agencias internacionales buscan vías de cooperación posibles para ayudar al Paraguay, pese a que por la pandemia las necesidades de cada país hacen que primen los intereses nacionales, dice.
No desapareció el espíritu de solidaridad y de cooperación. Se está manifestando de distintas formas en la pandemia.
Países amigos están viendo las posibilidades de ayudar a través de donaciones o de fondos de financiación para ciertos proyectos.