Antonio Caballero es un torero de la ciudad de Pirayú, en el Departamento de Paraguarí, que sufrió lesiones en la cara y en la cabeza luego de caer de un toro que intentó montar para hacer unas piruetas.
El torero dijo que las lesiones que sufren en cada corrida son “gajes del oficio” y es la consecuencia que deben pagar cuando “quedan al alcance del toro”.
“Me caí, tuve algunos cortes, pero gracias a Dios, estoy muy bien. Me pisó la cara y parte de la cabeza”, expresó a Monumental 1080 AM. Caballero resultó con cuatro puntos en el pómulo y cinco en la cabeza. “Tuve algunos pisotones en la cabeza y en la cara”, minimizó.
En ese sentido, señaló que se dedica a esto desde los 14 años y que a los 16 tuvo su primer accidente montando un toro. “A los 16 años ya tuve mi primer accidente, tuve 17 puntos en el muslo”, agregó y siguió recordando todas las lecciones que tuvo.
Pese a que siempre existe el riesgo de sufrir algún accidente, Caballero dijo que viene de una familia de toreros y que todo esto “es un vicio” del cual no quiere salir. Resaltó que gracias a las corridas pudo estudiar y graduarse.
“Dije que si a mí me pasaba algo así, me dejaba de la corrida. A los 16 años me pasó un accidente, pero quería seguir, no podía alejarme. Me dicen tavyrai por esto”, expresó el hombre quien se desempeña como enfermero en el Hospital de Paraguarí.
En otro momento de la entrevista, indicó que hay una escuela taurina para ser torero y que el tiempo para capacitarse puede ser de un año o seis meses. “Si uno tiene las agallas para entrar, ya está”, afirmó.
En el Departamento de Paraguarí hay 60 toreros y en todo el país habría como 200, estimó.