Las nubes llegaron a Asunción a las 17:30 aproximadamente causando problemas respiratorias a las personas que observaron el fenómeno y causando temor en la población. El humo se disipo trás la caída de una mansa lluvía que limpió la ciudad.
“Estamos teniendo un fenómeno inusual en nuestra comunidad, de repente se oscureció totalmente, pudimos constatar que no es humo, es ceniza que es levantada por el fuerte viento y está oscurecida totalmente la ciudad”, explicó José Mutti, comandante de los Bomberos Voluntarios de Ayolas. Imágenes alarmantes eran compartidas sobre el fenómeno en las redes sociales, principalmente sobre el río Paraná, en la isla Yacyretá y la playa de Coratei. Aunque en los otros distritos no se oscureció, los habitantes sí sintieron el olor a humo y los fuertes vientos. En Yabebyry reportaron daños en estructuras de viviendas. “Saliendo de Panchito López, en un abrir y cerrar de ojos se oscureció todo, ni la luz del vehículo daba abasto; yo estoy en camino a mi ciudad, San Ignacio, y es difícil ver esto por la ruta, se puede andar apenas a 20 km, debido a la muy mala visibilidad, me pongo una toalla mojada en la cara, para que no me afecte el humo, el olor es asfixiante”, relató Líder Medina, uno de los testigos del fenómeno, quien transitaba en el trayecto que une Yabebyry con San Ignacio, Misiones.
En gran parte del departamento el tránsito para los motociclistas fue dificultoso en un momento dado, debido a que había mucho viento con polvo en el ambiente, lo cual afectó la visibilidad y a quienes no tenían protección les causó molestia en los ojos. Los bomberos incluso tuvieron que acudir a apagar un incendio en San Josemí.
También en Pilar. Pasó el sofocante calor; con el viento del sur y la tenue lluvia, el panorama cambió y descendió la temperatura. Los productores esperan con ansiedad que las precipitaciones puedan cambiar el muy preocupante panorama por la extrema sequía que soporta el Departamento de Ñeembucú.
Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería, los cultivos para el sustento familiar están perdidos. Igualmente, el área pecuaria también se encuentra pasando por un momento difícil; todo el poco pasto que sobrevivió a las quemazones están secos. Asimismo, las lagunas y cañadas no tienen agua, debido a la falta de lluvia que desde hace meses afecta al departamento y prácticamente a todo el país. Es un momento extremadamente difícil, sostienen los ganaderos.
La zona de incendios que se produjeron en Iberá, provincia de Corrientes, República Argentina, ya fue superada gracias a las lluvias que cayeron en el vecino país. El efecto del humo negro que tuvimos en estos días en la zona sería por efecto residual de las quemazones registradas en Corrientes.