Según denunciaron, la empresa les adeuda por dos meses y medio de trabajo y ante la falta de pago decidieron manifestarse bloqueando el acceso al campamento de la firma. La medida de fuerza empezó la semana pasada y proseguirá por tiempo indefinido.
Tras hacerse público el paro de los trabajadores, se constituyó en el lugar la responsable regional del Trabajo, Celina Savedra, quien se comprometió a llamar a una tripartita para esta semana con el fin de buscar una salida al problema.
Los afectados por esta situación son alrededor de 20 personas, entre choferes y propietarios de camiones, como también dueños de maquinarias pesadas como pala cargadora y retroexcavadora.
Según indico Vidal González, dueño de las maquinarias pesadas, el bloqueo del acceso al campamento de la empresa surgió como medida extrema por la falta de pago por los trabajos realizados.
“Estamos reclamando el cobro por el trabajo realizado, somos unos 20 afectados entre camioneros, servicio de retropala y pala cargadora, nos deben más de dos meses y necesitamos cobrar por los trabajos realizados. También están los que han entregado sus tierras y ripios para cargar el terraplenado, que tampoco han cobrado”, explico González.
También existen problemas con los frentistas para la liberación de un tramo de la franja de dominio e incluso el propietario puso un cartel de propiedad privada, paralizando la obra en ese sector.
La constructora tiene a su cargo trabajos de terraplenado desde la ruta PY08 hasta Arroyo Tacuary, tramo de 15 kilómetros entre General Artigas y Fram.
González agregó que habían cobrado por el primer mes de trabajo, tras un pequeño paro, donde acordaron hacer un contrato de trabajo con la empresa. Sin embargo, fueron despedidos hace unos días por exigir el contrato de trabajo.
Según denunció, el acuerdo arribado de palabra no es reconocido por el capataz a la hora de hacer el arreglo por las horas trabajadas y citó que, por ejemplo, acodaron operar a G. 300.000 la hora, pero ahora les quieren pagar solo a G. 220.000 la hora, por lo que habían exigido hacer un contrato.
Por su parte, los camioneros acordaron cobrar del 1 al 5 de cada mes, hecho que jamás ocurrió. Los mismos acodaron percibir G. 36.000 el arranque y G. 3.000 por kilómetro, pero tampoco se cumple.
“A mí me roba mi hora trabajada, por ejemplo, de la 370 horas, me faltan unas 60 horas y eso en la suma representa G. 15 millones, porque la maquina trabaja a G. 250.000 la hora. Nosotros lo único que queremos es cobrar lo que nos adeudan y si quieren que sigamos trabajando, que firmemos el contrato”, finalizó Vidal González.