Las centrales sindicales abordaron este martes las declaraciones del presidente Santiago Peña en la Expo Negocios, donde había cuestionado la inamovilidad de los trabajadores desde los 10 años de antigüedad y anunciado modificaciones.
Aunque el mandatario luego admitió que en realidad no hay un proyecto legislativo, los representantes de trabajadores y trabajadoras unificaron un posicionamiento.
Además de repudiar las expresiones de Peña, decidieron suspender su participación de todas las mesas tripartidas y bipartitas en las que se vienen discutiendo proyectos como la Ley de la Función Pública y la Carrera Civil, Seguridad Social, Libertad Sindical y otros.
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Consideran que el planteamiento del Ejecutivo “hiere seriamente el concepto de tripartismo, base de cualquier diálogo social para acordar un proceso beneficioso para la sociedad”, en alusión a un anuncio que no fue socializado con el sector trabajador.
Así también, convocan a una plenaria de secretarios generales y miembros de todos los sindicatos integrantes de las centrales obreras que conforman la Mesa Sindical, de manera a discutir y elaborar un plan de lucha para defender los derechos y logros de los trabajadores.
“La lucha nos llama nuevamente. No seamos espectadores, seamos partícipes de esta confrontación con unidad, fuerza e ideas, utilizando todos nuestros derechos gremiales y políticos tanto a nivel nacional e internacional”, menciona el comunicado.
Las centrales que conforman la mesa de diálogo son la Central General de Trabajadores, Central Paraguaya de Trabajadores, Central Unitaria de Trabajadores, Central Unitaria de trabajadores –Auténtica y la Central Nacional de Trabajadores.
“El Estado debe garantizar y promocionar los derechos de los trabajadores y, precisamente, lo que plantea y hace a través del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (Mtess) es todo lo contrario, no permitiendo el reconocimiento de los sindicatos en plena alianza con los empresarios corruptos”, agrega el documento sobre la barrera que encuentran los sindicatos al momento de formalizarse.
Peña anunció con mucha seguridad una reforma laboral en un gran encuentro de empresarios, donde cuestionó la estabilidad laboral que rige en el país desde los 10 años de antigüedad.
Posteriormente la ministra de Trabajo, Mónica Recalde, explicó que la estabilidad laboral se desagrega en la relativa y la absoluta, donde se adquiere la inamovilidad.
Como la estabilidad laboral está contemplada en la Constitución Nacional, no se puede eliminar; entonces, Recalde especificó que en realidad se quiere sacar la judicialización de los despidos que actualmente se da con la inamovilidad y, supuestamente, la indemnización sería mayor.