El proyecto, liderado por el productor brasileño René Dekeer, abarca 300 hectáreas y cuenta con el permiso del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), tras un estudio de impacto ambiental.
Dekeer destacó que la iniciativa busca garantizar un equilibrio entre el desarrollo productivo y la sostenibilidad ambiental. “No vamos a comprometer los cauces hídricos locales ni afectar la biodiversidad. Estamos implementando prácticas responsables que aseguren la conservación del ecosistema”, afirmó el productor.
Además de su enfoque ambiental, el proyecto representa una fuente de empleo para los pobladores de la zona, según afirmó.
“Estamos generando oportunidades laborales para la comunidad, lo que aporta un beneficio directo a muchas familias”, señaló.
El plan piloto permitirá evaluar el potencial del cultivo de arroz en la región y, de ser exitoso, podría atraer futuras inversiones en el sector. La incorporación de este rubro fortalecería la economía local, pese a que el rubro del arroz es responsabilizado generalmente de las bajantes de los cauces hídricos.
IMPACTO. Jazmín Tufari, gerente de la Federación de Productores de Arroz (Feparroz), resaltó que el sector registra un crecimiento sostenido desde hace más de 10 años, según recoge la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
Además, dijo que el rubro avanzó en un sistema sostenible, como en la rotación de cultivos con soja.