Desde que la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) la incluyó en el circuito turístico del Departamento de Itapúa, Guavirami ha despertado el interés de viajeros que buscan una experiencia única; la posibilidad de sumergirse en el modo de vida indígena, aprender sobre sus tradiciones y admirar la conexión espiritual que mantienen con la naturaleza.
Uno de los principales atractivos de la comunidad es su extraordinario coro mbya guaraní, un grupo conformado por niños, jóvenes y adultos indígenas que, con un estilo de canto heredado de sus ancestros han emocionado a audiencias de todo el país. Su momento más trascendental fue en 2015, cuando interpretaron tres temas durante la despedida del papa Francisco en el Aeropuerto Silvio Pettirossi. Tras la presentación, el Sumo Pontífice se acercó al cacique Mariano Benítez, líder de la comunidad, y le obsequió un rosario en señal de reconocimiento.
El coro, que nació hace 12 años gracias a un proyecto impulsado por la Municipalidad de Trinidad ha perfeccionado su técnica vocal con la guía de profesionales, pero su estilo melódico sigue intacto, transmitido de generación en generación desde la época de las misiones jesuíticas.
Lo que hace de Guavirami, un lugar especial no es solo su arte coral, sino también su modelo de organización. La comunidad cuenta con una escuela para la educación de sus niños y ha reemplazado las tradicionales chozas por viviendas de material cocido, construidas con el apoyo de la Municipalidad de Trinidad y la Gobernación de Itapúa.
Las familias trabajan en conjunto en una gran huerta comunitaria, donde cultivan verduras para su sustento. Además, mantienen vivo el arte de la artesanía, elaborando cestos, figuras de madera con formas de jaguaretés, lechuzas y tucanes, así como aros y collares tejidos por las mujeres del asentamiento.
El líder de la comunidad, Mariano Benítez, destaca la importancia de preservar su identidad:
“Trabajamos de manera unida y coordinada, con mucho respeto y conscientes de que debemos mantener nuestra cultura y nuestras costumbres”.
EXPERIENCIA INMERSIVA. La visita a Guavirami es un viaje al pasado y un contacto directo con la sabiduría ancestral. Los turistas son recibidos por el líder de la comunidad y los niños del coro, quienes interpretan melodías creadas por ellos mismos en honor a la vida.
El recorrido incluye una caminata por el bosque, donde los visitantes aprenden sobre especies autóctonas y descubren las trampas tradicionales utilizadas por sus ancestros para la caza. Entre piedras, lianas y el ocasional avistamiento de animales silvestres, el trayecto se convierte en una experiencia de conexión con la naturaleza y el conocimiento indígena.
Al finalizar el circuito, los visitantes pueden adquirir artesanías elaboradas en la comunidad, llevando consigo un pedazo de la historia y la esencia de Guavirami.
Con su combinación de tradición, música, naturaleza y hospitalidad, esta comunidad indígena se ha convertido en un ejemplo de turismo sostenible, donde la cultura no solo se conserva, sino que se comparte con el mundo.

Comunidad indígena turística mezcla naturaleza y costumbres ancestrales5Comunidad indígena turística mezcla naturaleza y costumbres ancestrales5Comunidad indígena turística mezcla naturaleza y costumbres ancestrales5Comunidad indígena turística mezcla naturaleza y costumbres ancestrales5Comunidad indígena turística mezcla naturaleza y costumbres ancestrales5