La madrugada del viernes, el aeródromo anunció que experimentaba un “importante corte de energía” a raíz de un incendio ocurrido en la subestación de North Hayes, a cuatro kilómetros de Heathrow, que le obligó a cesar su operación y cancelar o desviar todos los vuelos previstos para el 21 de marzo.
84 MILLONES DE USUARIOS. El de Heathrow es el aeropuerto con mayor tráfico de Europa, con unos 84 millones de usuarios al año, y tenía 679 llegadas y 678 salidas previstas para el día de ayer, según informó el servicio de seguimiento de vuelos Flightradar24 en su cuenta de X, que estimó que más de 200.000 pasajeros se verían afectados.
Pese a que Heathrow iba a permanecer cerrado hasta la medianoche del viernes, finalmente el nodo aéreo anunció pasadas las 16:00 GMT que había recuperado el suministro eléctrico y que comenzaría a reanudar de forma limitada sus vuelos.
Asimismo, indicó que esperaba operar a “pleno rendimiento” desde este sábado, priorizando la repatriación y la reubicación de las aeronaves.
Entre las aerolíneas más perjudicadas por el cierre del aeropuerto estuvo British Airways, que operaba más de la mitad de rutas canceladas –unas 670–, y que pudo restablecer el servicio de ocho vuelos de larga distancia desde la tarde de este viernes.
Para permitir la salida de más aviones, Heathrow levantó también a última hora sus restricciones a los vuelos nocturnos.
FALLA. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que representa a 260 compañías aéreas en todo el mundo, cuestionó que uno de los aeropuertos más concurridos del mundo pueda depender únicamente de una fuente de energía y no tenga una alternativa.
“Si ese es el caso, como parece serlo, entonces se trata de una clara falla de planificación por parte del aeropuerto”, juzgó en un comunicado el director general de IATA, Willie Walsh.
En respuesta a esas críticas, el consejero delegado de Heathrow, Thomas Woldbye, defendió la gestión del incidente por parte del aeropuerto londinense y aseguró que es “imposible” protegerse al 100% de grandes contingencias como la ocurrida este viernes.
Woldbye esgrimió que la magnitud del incidente fue similar al de una ciudad de tamaño medio si se quedase sin electricidad y afirmó que los sistemas de reserva de Heathrow funcionaron como debían, pero no tienen la capacidad de abastecer a todo el aeropuerto. El incidente de Heathrow también provocó reacciones a nivel político. El ministro de Energía, Ed Milliband, llegó a calificarlo de un “evento sin precedentes” y agregó que el Ejecutivo deberá inspeccionar las causas, la protección y la resiliencia en instituciones importantes como el aeropuerto británico.