El Grupo Favero es liderado por Tranquilo Favero, conocido como el rey de la soja, dueño de unas 230.000 hectáreas en todo el país.
El distrito de Ñacunday tiene una superficie de 85.000 hectáreas, de las cuales, según datos de la Dirección General de los Registros Públicos, el Grupo Favero ocupa 52.942 hectáreas con 3.508 metros cuadrados; es decir, el 62,3 por ciento del municipio con 18 fincas ubicadas en el lugar conocido como Agrotoro.
“Eso es lo que ellos pagan de acuerdo con la avaluación fiscal que nos envía el Ministerio de Hacienda”, afirmó el intendente.
Duarte explicó que además de los 2.820 guaraníes, su administración cobra a todos los propietarios de terrenos G. 10.000 por hectárea para el mantenimiento de caminos. Entonces, el Grupo Favero abona al Municipio G. 12.820 por cada hectárea que ocupa.
“Ellos son contribuyentes de la Municipalidad y son gente que paga sus impuestos y está al día”, manifestó el jefe comunal.
El pasado 21 de mayo, la Cámara de Senadores resolvió, por una mayoría de disidentes colorados y de la multibancada, la expropiación de una parte de las miles de hectáreas que posee el Grupo Favero en Ñacunday.
Son 11.681 hectáreas con 8.616 metros cuadrados, correspondientes a la finca Nº 4036 y sus desprendimientos, que se pretenden expropiar a favor del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).
El proyecto de ley de expropiación podría atascarse en la Cámara de Diputados, en donde se concentra una mayoría oficialista y hasta ahora no existen los votos necesarios.
El titular del Indert, Justo Cárdenas, se pronunció en varias oportunidades en contra de la expropiación, advirtiendo del millonario pago que se debe realizar en concepto de indemnización al propietario de las tierras.