EFE
Galindo explicó que el número de ataques en la región “es creciente” debido, entre otros factores, a la transformación digital que vienen desarrollando las empresas y gobiernos de la región, con el objetivo de hacerse competitivos en el panorama mundial.
En ese sentido, explicó que el “uso de mayor tecnología para automatizar procesos, así como para mejorar el servicio al ciudadano”, conlleva a “un mayor riesgo de seguridad porque el Internet y las aplicaciones tienen problemas de seguridad que no se han logrado cerrar completamente”.
“Por un lado, están los desarrolladores de software, y por otro lado están los ‘hackers’ que están viendo problemas de seguridad en estas aplicaciones”, precisó.
Galindo, que llegó a Lima para participar en un encuentro sobre estrategias en ciberseguridad, expresó que si bien Latinoamérica hace algunos años no tenía muchos problemas de seguridad, la penetración del Internet en personas y empresas ha acrecentado la motivación económica de los fraudes financieros informáticos, donde la industria financiera es el segmento más atacado.
“Cuando decimos que se va a acentuar (los ciberataques) es porque vamos a ver un mayor número de casos y un mayor impacto”, precisó el especialista, quien apuntó que se repetirán estrategias y daños similares a los ocasionados por los ransomwares (software malicioso) “Wannacry” y “NotPetya”, que se propagaron en diversos países del mundo en 2017 y 2018, respectivamente.
Galindo agregó que lo que se observa son “ataques estructurados globales que parten de ciertos países o regiones y se extienden rápidamente a todo el mundo porque descubren ciertas técnicas particulares para penetrar sistemas, e intentan aprovecharlo lo más rápido posible”.
Además, la problemática que se evidencia “no se ciñe exclusivamente al robo económico, sino también al de información confidencial de empresas y gobiernos”, así como a la suplantación de identidad de las personas naturales “para lograr técnicas más refinadas de fraude”, indicó.
Por ello, recomendó tanto a las personas como empresas y gobiernos mirar de una manera más amplia las formas de seguridad informática.
En el caso de las personas, sostuvo, “vemos que la gente anda con bastante cuidado en el espacio físico, allí no brinda su información a desconocidos, pero en las redes sociales brinda detalles como fechas de celebración de cumpleaños de sus hijos, que muchas veces pueden ser las mismas claves de tarjetas bancarias”.
Por otro lado, en el caso de las empresas, Galindo explicó que estas “invierten en hardware y software para su protección, pero no es suficiente”, pues “más del 70 % de las intrusiones viene desde dentro de la organización”.
El experto sugirió que se debe pensar en una vigilancia continua y permanente desde adentro de las empresas.
Según el Foro Económico Mundial, las pérdidas económicas por ataques informáticos en Latinoamérica ascendieron, en 2017, a 87.940 millones de dólares, de los cuales los países más afectados fueron Brasil, con 22.454 millones de dólares en pérdidas, México con 14.324 millones de dólares, Venezuela con 10.526 millones de dólares y Argentina con 8.650 millones de dólares.