18 oct. 2024

Transporte público sigue siendo un castigo para los ciudadanos

La falta de soluciones y alternativas al agudo problema del transporte público en nuestro país es un suplicio que afecta no solamente a los usuarios. Toda la ciudadanía se ve afectada, pues al no constituirse en una alternativa para la movilidad, se debe recurrir al uso de automóviles y motocicletas, aportando de esta manera al caos cotidiano que se vive en las calles y avenidas. Paraguay necesita con urgencia un nuevo sistema de movilidad, uno que sea cómodo, seguro, que contamine menos el ambiente y que otorgue calidad de vida al ciudadano.

No cesan las quejas y reclamos de las personas afectadas por el mal servicio del transporte público; sin embargo, es suficiente, pues las autoridades que deberían presentar las soluciones al problema continúan indiferentes. Los usuarios reclaman insistentemente por el mal estado de las unidades, incluso aquellas que deberían prestar el servicio diferenciado nada ofrecen al pasajero que incluso paga un pasaje más caro para movilizarse en unidades sucias, con ventanillas rotas y siempre aglomerados. Otra queja recurrente, las reguladas, tampoco encuentra solución.

Recordemos que hace apenas unos meses el Gobierno había llegado a un acuerdo con los empresarios de Cetrapam, quienes amenazaban insistentemente con realizar un paro de los servicios; al final, acordaron, según la comunicación oficial, seguir trabajando en mesas técnicas con el Viceministerio de Transporte y los sectores de empresarios, para avanzar en los puntos que quedaron pendientes de resolución, sin perjudicar a los usuarios del transporte con paro. En aquel momento, los funcionarios habían anunciado que el Gobierno iba a presentar “un proyecto de reforma del sistema con un abordaje integral a la problemática del sector que se va a trabajar de manera conjunta con los trabajadores, empresarios y usuarios”.

Hace un par de días, el viceministro de Transporte, Emiliano Fernández, explicó que el Viceministerio está trabajando en la implementación de una herramienta tecnológica para poder reforzar el control de la frecuencia de las unidades. Esto tiene que ver con los interminables reclamos por las reguladas, y al respecto indicó que no es posible controlar frecuencias con fiscalizadores en la calle, porque no pueden estar en todos los circuitos, y si están en todos los tramos sería muy costoso. “Actualmente, estamos trabajando en el proceso de diseño y de prueba de esta tecnología. Oportunamente, vamos a tener ya en operación de esta manera a tener un control más amplio y más efectivo de las frecuencias, pero aún no hemos finalizado este trabajo”, dijo, y anunció que la nueva reforma de transporte sería presentada en este mes al presidente de la República Santiago Peña y al Congreso Nacional.

Sin duda, es necesaria y hasta urgente una reforma del sistema del transporte público y, en particular, que se tome alguna medida eficiente para terminar con las reguladas; los empresarios que realicen estas prácticas se exponen a sanciones de hasta G. 18 millones, y a no cobrar subsidio si no se pagan la multa.

Es de esperar que este Gobierno tome seriamente este problema y haga esfuerzos verdaderos por encontrar las soluciones. Hasta ahora las autoridades han demostrado un nulo interés para ofrecer a la ciudadanía un buen servicio de transporte público.

Paraguay debe avanzar y actualizarse para no seguir desentonando con el resto del continente, países donde sabemos efectivamente que se han dado grandes avances en cuanto al sistema de movilidad urbana. Lamentablemente, en nuestro país existe todavía la creencia de que una alternativa seria reemplazar las unidades del transporte público por buses eléctricos, lo cual no sería la solución, pues equivaldría a poblar las calles con buses eléctricos, que circularían en medio del mismo caos que sufrimos en la actualidad.

Es por esto que hay que instar al Gobierno a que elija a los mejores profesionales y conocedores del tema para definir un nuevo sistema de movilidad urbana que nos permita ingresar al siglo XXI y que signifique bienestar y calidad de vida para los ciudadanos.

Más contenido de esta sección