Trapani fue uno de los que declaró acerca de una supuesta coima entregada a los ministros Luis Gneiting (Agricultura y Ganadería) y Gustavo Leite (Industria y Comercio), con el objetivo de levantar las sanciones que pesaban sobre el frigorífico. El ministro Gneting contraatacó señalando a la Fundassa como protagonista de un negociado.
Trapani se defendió y envió a ÚH la rendición de cuentas, en la cual se explica la ejecución del dinero. El ganadero estuvo al frente de la Fundassa unos cuatro meses. Es decir, le correspondió hacer la primera y segunda campaña de vacunación contra la fiebre aftosa de este año.
En la primera campaña, se generó un ingreso de G. 42.998.823.448, mientras que los egresos de la organización fueron de G. 32.627.135.360. Los ingresos son las ventas de las vacunas, pero los egresos son los costos que implica distribuir correctamente dichos biológicos, se explica en el documento de rendición.
En el mismo informe se detalla el costo de las vacunas, las cuales no sobrepasan los G. 3.000, contradiciendo a la denuncia de Gneiting.
Aludiendo a lo dicho por el ministro acerca de que a Trapani se le “cortó la mamadera” de la Fundassa, el ganadero dijo que renunció por motivos personales, y que lo hizo hace dos meses; por lo tanto, no tiene nada que ver con la crisis actual. Trapani explicó además el aparente monopolio: “Es una mala información que se recibió porque lo que es claro es que se hizo un pool de compras, se compró de todos los distribuidores para fijar un solo precio”, señaló.