De 20 lechos disminuyeron a 14. Anteriormente la capacidad de la Terapia Neonatal era de 6 camas hospitalarias intensivas, 6 de Intermedia y 8 de Cuidados Mínimos.
“Hoy usamos dos salas de Ginecoobstetricia para seguir operando la Terapia. Entonces en este momento estamos operando con 4 unidades de Terapia Intensiva, 5 de Intermedia y 5 de Cuidados Mínimos. Así estamos trabajando, o sea, disminuido en la capacidad de respuesta, pero nunca dejamos operar, nunca”, explicó a ÚH el doctor Adán Godoy, director del Hospital Barrio Obrero.
El sector ya estaba siendo afectado por termitas, por lo que era necesario hacer las reparaciones para evitar accidentes. “Cuando yo llegué nos percatamos de que estaba siendo comido por termitas el techo y antes de que ocurra alguna desgracia decidimos, encarar esta situación”.
La obra de ampliación que recién inició a finales del año pasado prosigue y se prevé que culmine en mayo, dijo el director Adán Godoy. “No pueden avanzar tampoco tan rápido porque hay encofrados que se hacen, hay materiales que están húmedos y tienen que secar”.
Aparte de afectar a Terapia Neonatal, en el Hospital disminuyeron las intervenciones quirúrgicas, las cesáreas y otros debido a las obras. En la sala de Ginecoobstetricia se mudó el servicio de Terapia Neonatal.
Tras un recorrido por las obras, el doctor Rodrigo Valdez, jefe de Neonatología, explicó que las obras son de ampliación de la sala que permitirá ubicar las servocunas a un metro y medio de distancia, medida recomendada por cuestiones sanitarias. Señaló que también pidieron equipamientos nuevos como respiradores, servocunas, monitores y otros.
“Va a ser una de las terapias intensivas, después del Hospital San Pablo, más grandes del país con aumento total de 6 camas”.