A más de seis meses de la sentencia a 15 años de prisión para Ramón González Daher, por usura, lavado de dinero y declaración falsa, el caso de los 380 cheques robados del juzgado del juez de Delitos Económicos, Humberto Otazú, calificados como quebrantamiento de depósito, hasta la fecha no tiene ningún responsables y la investigación de la causa no avanza.
En el caso se pudo comprobar el robo de las evidencias, que estaban en dos sobres y formaban parte de las pruebas documentales en la causa contra Ramón y su hijo Fernando González Karjallo, debido a que tres de los 380 cheques denunciados como robados del juzgado, aparecieron nuevamente en manos del prestamista luqueño.
Es más, estos documentos fueron utilizados nuevamente por Ramón González Daher para continuar, en pleno proceso final de su juicio, el sistema de apriete y amenaza al empresario Alberto Helfon Antebi Duarte, con el mismo modus operandi del esquema utilizado por el que estaba siendo acusado y juzgado. Ante esta situación, el empresario Antebi había formulado una denuncia contra RGD en la Fiscalía.
Esta es una prueba de que por lo menos 3 de los 380 cheques robados del juzgado fueron a parar nuevamente en manos del clan González Daher. Sin embargo, los fiscales que atienden la causa, Néstor Coronel y Luiz Piñánez, hasta la fecha no libraron una sola imputación contra posibles responsables de la sustracción de los cheques del juzgado.
QUERELLA. El último viernes, el empresario Antebi Duarte querelló a Ramón en la causa de quebrantamiento de depósito y extorsión, y solicitó una millonaria caución real a más de investigar la verdadera edad del encausado.
Según la querella, entre los meses de junio y julio del año pasado, los cheques que desaparecieron del Juzgado fueron entregados por Ramón a Alberto Antebi, cuando este realizó el pago de una deuda al ex dirigente deportivo.
La presentación también explica que Antebi debía generar nuevos cheques, pero con fechas más recientes y por montos muy superiores a los cheques devueltos.
En la causa, la fiscala Natalia Cacavelos, quien atendía inicialmente el caso, imputó y ordenó la detención de Ramón González Daher, pero por su edad, un juzgado resolvió darle arresto domiciliario.
Sobre RGD ya pesa una condena de 15 años en prisión, tras ser hallado culpable por los hechos punibles de usura, lavado de dinero y declaración falsa. Sin embargo, esa sentencia aún debe quedar firme para que sea ejecutada.