Portando banderas paraguayas, con sus termos de tereré a cuestas y otros distintivos nacionales, jóvenes que conforman la delegación oficial de Paraguay en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2023 se encuentran viviendo una “enriquecedora” experiencia en Lisboa, Portugal, junto al papa Francisco y millones de sus pares de otros países que también acudieron al multitudinario evento.
Así lo describió Alejandro Agustín García Castillo, de la Pastoral de Juventud (PJ) de la Diócesis de San Lorenzo, quien junto con la delegación paraguaya completa viajó hasta el país europeo el pasado 26 de julio.
En contacto con Última Hora, García señaló que son aproximadamente 75 los connacionales que conforman la delegación oficial de Paraguay, pero dijo que muchos otros compatriotas fueron por su cuenta, por lo que se calcula que son entre 300 y 500 paraguayos.
Además, reveló todo lo que implica para ellos la experiencia tanto, asegurando que todos coinciden en que están “contentos y satisfechos”, así como resaltó que se preparan para retornar al país motivados para “construir una sociedad mejor”.
“La experiencia es bastante enriquecedora para todo creyente y hasta no creyente. Es impresionante ver la cantidad de jóvenes que mueve la Iglesia Católica y que también están enamorados de Ñandejára (Dios). Es una experiencia de fe bastante importante y nos vamos a ir recargados”, expresó.
Acotó que no se trata solamente de una jornada espiritual y religiosa, sino que implica una gran oportunidad para compartir culturas y conocimientos, mediante la interacción y el relacionamiento con personas de otros países.
Sostuvo que es muy emocionante poder cumplir con lo que les inculca el Sumo Pontífice, ya que, por más de que no se entiendan entre todos a causa de los diferentes idiomas, pueden “salir y caminar todos juntos en la búsqueda de una Iglesia más santa y unida”.
El trayecto de los compatriotas
Alejandro relató que fueron recibidos por el embajador de Paraguay en Portugal, Julio César Duarte Van Humbeck, y que, cuando llegaron recién, se trasladaron hasta la Arquidiócesis de Évora, una circunscripción eclesiástica de la Iglesia Católica en el país europeo, donde vivieron casi cuatro días de prejornadas.
“Estas prejornadas incluso se viven un poco más cargadas, porque es ahí donde uno sale a misionar, se puede compartir con más jóvenes, con la gente de la parroquia, te insertás más en el idioma. Estamos bastante emocionados”, explicó.
Posteriormente, los jóvenes paraguayos se trasladaron a Lisboa, donde participaron de la bienvenida del Papa y fueron alojados en la Escuela Primaria Alto de Algés, que se encuentra ubicada a pocas cuadras del centro de la ciudad capitalina.
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Allí presenciaron el Vía Crucis de la JMJ, donde varios tuvieron la oportunidad de ver de cerca al Sumo Pontífice, mientras que luego acompañaron actividades interculturales, donde varios paraguayos representaron al país con bailes o cantos tradicionales.
“A más de uno ya le tocó ver de cerca al Papa y estamos muy recargados en la fe para regresar a Paraguay y tratar de construir una mejor sociedad, buscando siempre la civilización del amor como sostenemos en la Pastoral de Juventud”, resaltó García.
Indicó que este sábado se están trasladando hacia el Parque do Tejo, una gigantesca explanada de las afueras de Lisboa, que será escenario de la vigilia previa a la última misa del papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud.
Añadió que durante esta última celebración se estaría confirmando dónde será la próxima JMJ. Entre los países candidatos están Corea del Sur, Roma, México e incluso se llegó a escuchar el nombre de Paraguay, dijo.
Alejandro García conforma la delegación diocesana de San Lorenzo junto con Aníbal Luis Medina Ferreira, Marcelo Vázquez Colmán, Marcos Franco Mereles, María Ramona Olmedo, Fátima Eleuteria Mendoza, Pedro Antonio González, Miguel Ángel Mercado, Lucy Anahí Cardozo, Ana Lorena Cardozo y Jorge Isidre.
Todos estos jóvenes, además de los demás paraguayos y otros de América Latina, hicieron un gran esfuerzo por recaudar los fondos necesarios para viajar a Lisboa, a través de ahorros y diversas actividades realizadas, incluso meses antes del viaje.
Según lo que detalló García a Última Hora, los de su delegación gastaron cada uno aproximadamente USD 3.000, es decir, cerca de G. 22 millones.
Hispanohablantes son mayoría
Al igual que los compatriotas, millares de jóvenes latinoamericanos transitaron miles de kilómetros y gastaron miles de dólares con el objetivo de cumplir un sueño: ver al papa Francisco.
De acuerdo con los datos recogidos, se calcula que son más de 32.000 los jóvenes procedentes de América Latina y el Caribe que asisten a la JMJ, quienes coinciden en que todo lo que tuvieron que hacer para llegar hasta el Papa lo valió.
La JMJ reúne en Lisboa entre el 1 y el 6 de agosto a más de un millón de peregrinos de todos los países del mundo, a excepción de Maldivas, según los datos de inscripciones de la organización.
El idioma que utiliza el Papa en la ocasión es el español y es uno de los que más se escucha entre los peregrinos que ocuparon prácticamente todas las calles de la ciudad y se calcula que son más de 100.000 los hispanohablantes.
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Imágenes aéreas de la zona muestran una impresionante movilización sin precedentes que, en palabras del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, es la mayor de la democracia lusa, desde la revolución de 1974.
Según los medios de ese país, la gran cantidad de personas ocasionó ya el colapso de varias estaciones de tren y obligó que se cierren temporalmente los accesos, así como a cortar el tráfico en un radio de varios kilómetros en las inmediaciones.
Utilizando gorros, paraguas y pañuelo en la cabeza, los millones de feligreses juveniles vencen al fuerte sol y los 35 grados de temperatura llegando al Parque, donde Francisco dará comienzo a una vigilia que culminará este domingo con la misa final. Se prevé que luego de esto los compatriotas retornen al país.