Milei, un economista de 52 años de extrema derecha, sacudió el escenario político al ser el más votado y conseguir 30% de los sufragios en las primarias del domingo, su primera elección nacional.
Así, se colocó ligeramente por delante de las coaliciones tradicionales: La de oposición de derecha Juntos por el Cambio (28,3%), que postula a la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich, y la del peronismo gobernante Unión por la Patria (27,3%), con el ministro de Economía, Sergio Massa como candidato.
Con el panorama electoral partido en tercios antagónicos, pero de peso casi equivalente, se abrió camino también la incertidumbre política.
“Hemos logrado construir esta alternativa competitiva que dará fin a la casta política parasitaria, chorra (ladrona), inútil”, clamó Milei en su discurso de victoria la noche del domingo. “Estamos en condiciones de ganarle a la casta en primera vuelta” el 22 de octubre, dijo.
Entre sus principales propuestas, Milei plantea eliminar el Banco Central y dolarizar la economía. También quiere prohibir nuevamente el aborto y autorizar el libre porte de armas.
GOBIERNO DEBILITADO. ”Una persona que ganó rompiendo tantas reglas preestablecidas es alguien que puede no tener un techo fácil. Juntos por el Cambio tiene algún techo, pero claramente más posibilidades que el gobierno. El gobierno es definitivamente el actor más complicado”, señaló a la AFP el consultor político Carlos Fara.
“Con estos resultados se genera una interrogante, no por las condiciones técnicas del acuerdo o porque el Fondo Monetario no quiera ayudar a Argentina en el corto plazo, sino por el hecho de que el ministro de Economía, que es quien tiene que aplicar las reglas, salió tercero en la elección”, comentó Fara.
Argentina mantiene un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 44.000 millones de dólares suscrito en 2018 por el ex presidente Mauricio Macri y renegociado en 2022 por el mandatario Alberto Fernández.
Según Fara, “quizás el Fondo diga que hay que volver a charlar con Argentina para ver cuántas posibilidades tiene Massa de cumplir en los próximos noventa días con este acuerdo”.
A fines de julio, el FMI acordó una flexibilización en la meta de acumulación de reservas internacionales de Argentina, una decisión que está pendiente de la aprobación del directorio del organismo y de la cual depende que el país reciba desembolsos por 7.500 millones de dólares.
Como primera reacción el lunes, el Banco Central devaluó el peso cerca de 20% y elevó en 21 puntos porcentuales la tasa de política monetaria, a 118% anual.
En Argentina rige desde 2019 un sistema de control de divisas y varios tipos de cambio funcionan en paralelo al oficial. “El derrumbe del peso presionará aún más el índice inflacionario”, advirtió este lunes la consultora Capital Economics, que lo proyecta en 130% o 140% anual, frente al 115% actual.
“Cada vez será más difícil considerar que la deuda argentina es sostenible”, indicó el análisis de Capital Economics que también advirtió sobre una inminente recesión que “hará más complicado aún el trabajo para el próximo presidente”.