Entre la noche del 15 y la madrugada del 16 de julio de 2020, se produjo un tiroteo en el río Paraná entre presuntos contrabandistas y militares de la Prefectura Naval de Ciudad del Este.
Posteriormente a eso, estos efectivos ingresaron a diferentes hogares para sacar a los sospechosos y los torturaron, primeramente en sus dormitorios, frente a sus hijos, según denunciaron, y luego en la sede militar.
Posteriormente a eso, una denuncia formal había sido presentada ante la Fiscalía, pero el caso no avanzó.
Sin embargo, los 35 detenidos sí fueron llevados al Ministerio Público para declarar y los procesaron por resistencia.
“Comprometidos con la impunidad”, lanzó el penalista.