Uno de los casos más sonoros ocurrió en San Pedro, 170 Km al norte de Buenos Aires, donde cerca del 30% de la población de 70.000 habitantes invirtió en una plataforma llamada RainbowEx que aseguraba rendimientos de 2% diario en dólares a través de criptomonedas.
Dos directivos de RainbowEx dieron una conferencia en un lujoso hotel de Buenos Aires, pero el programador y experto en TI Maximiliano Firtman descubrió que eran actores polacos que fingían ser ejecutivos estadounidenses y los expuso en la red X a principios de octubre.
El presunto “esquema Ponzi” copó los titulares de prensa y “la china”, una supuesta financista de identidad desconocida que “asesoraba” a los usuarios en Telegram, se convirtió en meme.
La Justicia inició una investigación por estafa piramidal, donde los últimos inversionistas financian los falsos beneficios de sus predecesores, y dos personas fueron imputadas.
RainbowEx congeló entonces los fondos y exigió 88 dólares a sus usuarios para poder retirarlos. Muchos pagaron, pero no han recibido lo prometido.
El abogado Adolfo Suárez Erdaire dijo a la AFP que se investiga si este dinero extra “fue a la misma cuenta o si fueron otros vivos que crearon otra plataforma y se llevaron medio millón de dólares” adicionales.
Suárez Erdaire representa a un centenar de “damnificados” de RainbowEx. “Y se van sumando muchos más, me están llegando de todo el país”, señaló. “Se habla de una estafa de 49 millones de dólares”.
El alcalde de San Pedro, Cecilio Salazar, dijo en Radio 10 que entre 15 y 20.000 personas de la ciudad habían invertido en la plataforma.
“Confié, como algunos en mi familia confiaron”, comentó Carlos Rodríguez, de 66 años, a la emisora Cadena3. La aplicación le mostraba ganancias diarias de 80 a 100 dólares (“casi un sueldo mío”, contó) pero perdió casi todos sus ahorros.
“Hay una epidemia porque no cayó solo esta, cayeron tres o cuatro al mismo tiempo”, dijo Firtman a la AFP.
Este mes también fueron denunciadas estafas piramidales masivas en las localidades de Esquel (Chubut, sur) y Casilda (Santa Fe, centro), ambas por otra plataforma llamada Peak Capital.
“Hay miles de víctimas”, escribió el lunes la Fiscalía de Chubut. “La gente no pudo recuperar su dinero. Las estafas suman cifras millonarias”.
Otro caso, el del holding Generación Zoe, alcanzó ribetes tan insólitos que le valió un documental en Netflix este año. Su líder, Leonardo Cositorto, cultivó un discurso de “coaching” evangelista que atrajo a miles de inversores en Latinoamérica y España, hasta que fue detenido en 2022. Actualmente, enfrenta varios juicios por estafa. “Se aprovechan del momento de crisis”, dijo Firtman. “La gente está necesitada y muchos no entienden de criptomonedas”.
La economía argentina atraviesa una fuerte recesión, con una inflación de 209% interanual y más de la mitad de la población en la pobreza.
La crisis afecta especialmente a los jóvenes: El 60,7% de las personas de entre 15 y 29 años son pobres, según datos oficiales. “Empecé a hablar de ‘ponzidemia’ a partir de chicos que le dicen a otros chicos que dejen el secundario, que no vayan a la universidad”, explica Firtman. “Chicos de 19 años que les quieren enseñar a uno de 16 cómo ser millonario en tres meses, cómo hacer ‘plata fácil’”.
“El dinero se ha ido volviendo digital, abstracto y electrónico”, dice el sociólogo Ezequiel Gatto al suscribir que esto permite fenómenos como los de San Pedro. “Vivimos en sociedades donde todo el tiempo hay incrementos de la incertidumbre. Y ciertas personas que crean estas aplicaciones de estafa piramidal, manipulan esa incertidumbre para sacar algún partido con el capital financiero”, dice Gatto, especializado en tecnologías digitales. Para el experto, hay una “ludificación” o “gamificación” del dinero, donde las interfaces comienzan a simular un juego.