08 jun. 2025

Tras las regularizaciones en España, cae el flujo migratorio

AFP

Frenado.  Los latinoamericanos dejaron de ver a España como un país para emigrar.

Frenado. Los latinoamericanos dejaron de ver a España como un país para emigrar.

MADRID - ESPAÑA

España vivió en los años 1990 y 2000 un alza vertiginosa del número de extranjeros, con varias regularizaciones masivas como la que se prepara en EEUU, pero con la crisis el mercado de trabajo reguló los flujos migratorios.

Según todos los expertos, el proceso fue “brutal”. En 1986, los extranjeros era oficialmente solo 293.000 en una España que salía de casi 40 años de dictadura franquista (1939-1975).

Veinticinco años más tarde, en 2012, España contaba con 5,2 millones de residentes extranjeros sobre un total de 47 millones de habitantes, es decir 11% de su población, entonces una de las tasas más elevadas de la Unión Europea, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

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A fines de 2013, el país ya no contaba más que con 4,6 millones de residentes extranjeros sobre un total de 46,5 millones de personas, es decir algo menos del 10%. A partir de 1993, una España envejecida y con índices de natalidad muy bajos, aunque en pleno crecimiento económico, había incluso instaurado cuotas por sector para atraer a la mano de obra extranjera.

precariedad laboral. Muchos trabajaban sin embargo sin ser declarados y en situaciones precarias, como en Estados Unidos, donde el presidente Barack Obama va a regularizar por decreto a cinco millones de clandestinos, que tendrán un permiso de trabajo de tres años.

En España en los años 1990 y 2000 se produjeron pues varias regularizaciones masivas. La última de ellas, en 2005, fue proporcionalmente la más espectacular, con 690.000 demandas de las que más del 88% fueron aceptadas.

La medida fue polémica y esta decisión del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero fue criticada por el Partido Popular, ya que temía que se generara un “efecto llamada” entre nuevos inmigrantes. El ejecutivo respondía que se trataba solamente de una “normalizacion” de la situación para las personas que ya tenían un trabajo.