EFE
El doctor Ulises Jiménez Correa, responsable de la clínica de trastornos del sueño de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que en México el 45% de los adultos ha padecido algún trastorno del sueño en algún momento de su vida.
“Aunque existen casi 100 trastornos de este tipo, entre los más comunes en los adultos están el insomnio, el ronquido y la apnea del sueño”, explicó a Efe el especialista.
Jiménez indicó que, en promedio, los mexicanos duermen 5,5 horas al día, lo cual está por debajo de las seis horas recomendadas como mínimo por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con todo, apuntó que existen diferencias individuales: “Un recién nacido, por ejemplo, puede dormir 20 horas, mientras que un niño de preescolar puede dormir 11 o 12 horas y un adulto mayor, cinco o seis horas por la noche”.
El experto explicó que no dormir de manera adecuada incide en la probabilidad de padecer enfermedades metabólicas, “pero, además, nos pone ansiosos, irritables, depresivos, dificulta la calidad de vida y hay disminución en la productividad”.
Dijo que una persona con trastornos del sueño pierde el control en los horarios de alimentación, incrementa la ingesta de comida y se vuelve sedentario.
Estilo de vida
El psicólogo destacó que los estilos de vida urbanos, el estrés, los problemas emocionales, los medicamentos que se toman para ciertas enfermedades y el abuso de las nuevas tecnologías han incidido en que las personas no duerman el tiempo suficiente.
“Estamos muy privados del sueño, acostumbramos a no dormir lo suficiente, pero además, no basta con dormir; hay que hacerlo bien, porque no hacerlo deteriora nuestra vida. No es un lujo y debemos darle la importancia que tiene”, subrayó.
En cuanto al uso de la tecnología antes del sueño, el especialista explicó que afecta el descanso de las personas, pues cada minuto frente a dispositivos electrónicos prolonga el tiempo que se demoran las personas en dormir y es causa de despertares nocturnos.
Señaló que esto ocurre porque la iluminación inhibe la melatonina, una hormona que producimos cuando estamos a oscuras, lo que impide conciliar el sueño y acorta su ciclo.
Jiménez explicó que la mayoría de los trastornos del sueño tienen solución, aunque la narcolepsia, que es la necesidad de dormir de manera constante, es incurable, pero se puede controlar con medicamentos.
Asimismo, pidió adquirir hábitos de sueño saludables, como evitar el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de ir a la cama y, por el contrario, leer, tomar un baño caliente, respirar y tratar de relajarse.