“Estamos abordando entre 10 y 15 niños por día en situación de calle. Muchos de ellos son de comunidades indígenas que llegan a la ciudad buscando alguna salida, y terminan siendo víctimas de explotación. Están en los puntos semafóricos, con carteles que dicen ‘Ayudame a comprar comida’, y detrás de ellos casi siempre hay un adulto que los utiliza para mendicidad forzada”, explica la abogada María Graciela Sánchez, directora de Codeni Ciudad del Este.
El equipo de abordaje de Codeni sale diariamente a las calles a brindar contención, ofrecer derivaciones a programas sociales, y, cuando es necesario, intervenir en casos más complejos. “Nuestro trabajo no es solo sacar a los niños del semáforo. Es darles una alternativa, un lugar donde puedan estar seguros, con alimentación y abrigo. A los padres también los abordamos. Les ofrecemos que se integren a programas sociales o que lleven a los chicos al Centro Abierto del Ministerio de la Niñez”.
Pero no siempre hay respuesta. “Muchos padres se niegan. Ya viven aquí, en la ciudad, conocen el sistema, y no quieren soltar esa fuente de ingresos que representan sus propios hijos en la calle. Algunos incluso pertenecen a grupos organizados, liderados por personas que los traen para ser explotados”, denuncia.
Frente a este panorama, Codeni puso en marcha una campaña solidaria de recolección de abrigos que busca mitigar los efectos del invierno en estos niños. “Ya sentimos el cambio de clima. Las lluvias, las bajas temperaturas… Y estos chicos, muchos en la primera infancia, no tienen con qué protegerse. Imaginate un niño sin zapatos, sin medias, a la intemperie”, expresa con preocupación.
Las donaciones se reciben en la sede de Codeni, de lunes a viernes hasta las 19:00. “Esta semana, en especial por la Semana Santa, apelamos al corazón de la gente. Pedimos actos de amor concretos. Un abrigo puede parecer poco, pero para un niño que duerme en la calle, puede ser la diferencia entre enfermarse o seguir adelante”, remata. WF