Al mando de sus vehículos hoy deben sortear los baches evitando chocar con otros vehículos, sobre todo cuando un doble carril se convierte en fila única por los pozos.
Unos cuentan que tardan incluso hasta 20 minutos por tramos de pavimento deformado, añadiendo una dosis de estrés a su rutina diaria.
Juan Cabral, taxista del microcentro capitalino, relató que la situación se complica en días de lluvia, debido a que deben estar atentos a los baches que no se ven con la cantidad de agua acumulada encima.
“Hace 24 años que trabajo como taxista y la situación no cambia, las calles cada vez están peores. Cuando llueve no solemos ver los cráteres y perdemos tiempo, se pierden varios minutos porque no se ven y debés ser cauteloso y también como quince días se queda tu móvil en el taller”, sostuvo.
Mencionó que a causa de los baches de la capital tuvo que pagar G. 700.000 por reparación del tren delantero de su vehículo. “Constantemente se daña el tren delantero, yo tuve que pagar G. 700.000, que es lo mínimo porque también se deben poner en condiciones las cubiertas, bujes y sobrecargas”, explicó.
Inspección Técnica. El trabajador manifestó que los taxistas deben abonar dos veces al año en el Municipio asunceno por la Inspección Técnica Vehicular (ITV), un costo de G. 120.000. Lamentó que se paguen dichos impuestos a la Comuna, pero las condiciones deplorables de las calles sigan siendo las mismas.
Por su parte, Francisco Altamirano quien trabaja con su motocicleta, dijo que pierde muchos minutos diarios esquivando los pozos y evitando chocar con automovilistas. “En la moto es mucho más riesgoso y perdés como cinco o diez minutos o incluso veinte más porque uno se va detrás de otro vehículo que va adelante y se queda el bache en el medio, pero no ves y te caés en el pozo y golpeás tu cubierta y todos los demás. La llanta cuesta un G. 200.000, G. 300.000 y después tenés que abonar por los amortiguadores”, puntualizó.
Algunas de las calles en mal estado son Artigas, Herrera y Estados Unidos, Elizardo Aquino y la Autopista Silvio Pettirossi de Luque.