26 jun. 2025

Tributo a su majestad

Cuando el legendario Rod Laver publicó su autobiografía en 2015, Roger Federer escribió en el prólogo: “Si amas realmente el deporte que practicas, debes estudiar su historia para comprender cómo ha evolucionado hasta convertirse en el deporte que conocemos”. Siete años más tarde, acaba de anunciar su retiro profesional, tras una carrera pletórica de títulos, de momentos inolvidables e influyentes en un deporte que amó, estudió y prodigó a los espectadores con maestría y elegancia.

Si Federer se miró en Laver, no hay dudas de que para entender la evolución del tenis en el último cuarto de siglo los tenistas que vienen tendrán que prestar atención al talento y la carrera de Federer, a fin de visualizar no solo cuánto ha cambiado este deporte en este tiempo (en gran medida, gracias a la vara puesta por él), sino cómo será en el futuro.

Nacido en agosto de 1981 en Basilea, Suiza, Federer tuvo unos comienzos algo incómodos en el tenis. Su proverbial timidez inicial dio paso después a un joven algo desequilibrado que rompía raquetas, escuchaba heavy metal para ponerse en onda y, sobre todo, no podía asimilar las derrotas debido a su debilidad emocional. Nada más alejado del dechado de corrección y caballerosidad deportiva con que la posteridad lo recordará: un ejemplo para los jóvenes. El caso de Federer demuestra que no siempre los más grandes fueron los mejores inicialmente, sino aquellos que supieron manejar sus impulsos hasta convertirlos en la base mental de su juego.

ESTILO Y RÉCORDS. Dueño de una derecha mítica que muchos califican la mejor de la historia, el suizo saltó a la consideración mundial en 2003, el año en que ganó el primero de sus ocho Wimbledon. Entre la edición 2005 del abierto británico y Australia 2010, Federer fue protagonista de dieciocho de las diecinueve finales que se disputaron.

Sin embargo, es en el periodo que va de 2010 a su retiro que Federer consiguió la mayor parte de los récords con que cuenta, incluido el de mayor cantidad de victorias: 332. Acaso el más recordado de ellos es el que consiguió un año antes en Roland Garros, cuando al ganarlo se convirtió en el primer jugador desde André Agassi en estar en posesión de los cuatro majors, uno de los cuatro que lo consiguieron en la era abierta junto con Novak Djokovic y Rafael Nadal, además del citado Agassi.

Fue el primero de todos en superar, y con creces, los 14 Grand Slam que tenía Pete Sampras, hasta llegar a 20. El listón que puso bien alto fue traspasado después por Nadal, que hasta ahora tiene 22, y por Djokovic, con 21. Más allá de los números, es el juego de Federer el que quedará en la retina de quienes lo han visto jugar en vivo o por televisión. No hay nadie como sus colegas para describir dicho juego.

“Tiene un servicio perfecto, una volea perfecta, un golpe derecho más que perfecto, un revés perfecto (a una mano); es muy rápido, todo es perfecto en él”, dijo en su momento Nadal.

“Para mí, el más grande jugador de la historia es Roger Federer, por la forma en que es coherente y con talento”, afirmó, a su vez, el estadounidense John McEnroe, quien también consideró que el suizo era poseedor del “mejor golpe en nuestro deporte”.

El mundo se privará de ahora en más de lo que el fallecido escritor David Foster Wallace (él también tenista en su juventud) llamó “Momentos Federer”. Cuando “estás viendo jugar al (entonces) joven suizo y se te queda la boca abierta y se te abren los ojos como platos y empiezas a hacer ruidos que provocan que venga corriendo tu cónyuge de la otra habitación para ver si estás bien”.

Es la belleza sobrenatural que Federer le entregó al tenis y al público, para siempre.


Roger Federer tuvo una carrera ejemplar dentro y fuera de las pistas.

Con 20 grandes, su tenis asombró al mundo por más de 20 años.

Rivalidad con Nadal
La gran rivalidad de la carrera de Federer es la que tuvo con Rafael Nadal. “Querido Roger, mi amigo y rival. Hubiese deseado que este día nunca llegase. Es un día triste para mí personalmente y para el deporte en todo el mundo”, escribió el español en sus redes sociales apenas supo del retiro de quien reconoce como “amigo y rival”. Se enfrentaron 40 veces, con 16 victorias para Federer y 24 para Nadal. Fueron 24 en finales de torneos, 9 en finales de Grand Slam; 16 victorias para el suizo y 24 para el español.