Moviéndose entre la ira, la rebeldía y la autocompasión, Trump busca reparar el daño que le causó pedirle al líder de Ucrania que investigue a su potencial rival demócrata Joe Biden de cara a las presidenciales de 2020, y el posible encubrimiento de la Casa Blanca. “Estamos en guerra”, dijo el presidente de 73 años. Para el combate, Trump alistó a sus aliados del Congreso y de los medios para desviar el foco sobre cualquier perjuicio causado a Biden y a su hijo Hunter, que trabajó en la dirección de la compañía ucraniana de gas mientras su padre era el vicepresidente de Barack Obama.
“El presidente no hizo nada malo”, afirmó Mark Meadows, un congresista republicano, en el clip de una entrevista de Fox Business News, que fue retuiteado por Trump.
Andy Biggs, otro congresista republicano, dijo en otro clip de una entrevista en la misma cadena, también retuiteado por Trump, que el trato de los demócratas al presidente es vergonzoso. “El motivo real es afectar la elección del año que viene”, espetó Biggs.
Trump intentó convertir el escándalo de Ucrania en una ventaja electoral, con acusaciones contra los Biden en un anuncio para su campaña de reelección. AFP