El presidente de EEUU, Donald Trump, defendió la pena de muerte para evitar tiroteos como el ocurrido hoy en una sinagoga de Pensilvania y defendió que la presencia de un guardia armado en el templo habría servido para evitar la tragedia, cuyo saldo, dijo, “es mucho más devastador” de lo que se pensaba.
“Deberíamos trabajar en reforzar las leyes relacionadas con la pena de muerte (...). Tantos incidentes, en iglesias... (los agresores) deberían pagar con el castigo último”, declaró Trump a un grupo de periodistas instantes antes de partir a Indiana.
El mandatario consideró, además, que pese a las medidas de seguridad con las que contaba la sinagoga de la Congregación del Árbol de la Vida de Pittsburgh (Pensilvania), la presencia de un guardia de seguridad armado habría podido evitar que se produjeran víctimas mortales “más allá” del agresor.
Las autoridades han confirmado que un sospechoso fue detenido y que durante el suceso se han registrado “varias muertes” y al menos seis heridos.
“Lo que ha pasado hoy es horrible. Todavía estamos aprendiendo de ello, y mucho. Definitivamente parece un delito antisemita”, insistió Trump, quien señaló que “en la próxima hora” las autoridades estadounidenses tendrán “mucha información”, en una investigación liderada por el FBI.