El presidente de EEUU hizo esas declaraciones en una llamada que mantuvo este miércoles con su homólogo chileno, Sebastian Piñera, informó la Casa Blanca.
“EEUU respalda a Chile, un aliado importante, mientras trabaja para restaurar pacíficamente su orden nacional. El presidente Trump denunció los esfuerzos extranjeros para socavar las instituciones, la democracia o la sociedad chilena”, manifestó un portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere.
La Casa Blanca no especificó qué países supuestamente están interfiriendo en las protestas en Chile.
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Sin embargo, el encargado de Latinoamérica en el Departamento de Estado, Michael Kozak, dijo que EEUU había identificado en las redes sociales “cuentas falsas” procedentes de Rusia que intentan sembrar discordia en la red.
Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha responsabilizado de las protestas en Chile, así como de las recientes manifestaciones en Ecuador y Colombia, al Gobierno cubano y al Ejecutivo del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
“Las brisas del régimen bolivariano impulsadas por el madurismo y el régimen cubano traen violencia, saqueos, destrucción y un propósito político de atacar directamente el sistema democrático y tratar de forzar interrupciones en los mandatos constitucionales”, afirmó Almagro en un comunicado el 24 de octubre.
De momento, Washington ha evitado señalar al Gobierno venezolano y al cubano por las protestas en Chile, Ecuador y Colombia, aunque sí asegura que La Habana ofrece una ayuda fundamental a Maduro y, por eso, ha impuesto más sanciones a la isla en las últimas dos semanas.
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Por último, en su llamada, Trump transmitió a Piñera “su apoyo” por la decisión de cancelar la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que estaba prevista para el 16 y 17 de noviembre.
Chile vive desde hace dos semanas un estallido social, con masivas manifestaciones y algunas protestas violentas que hasta ahora han dejado una veintena de fallecidos, cientos de heridos y detenidos.
La ciudadanía pide que se hagan profundas reformas al modelo neoliberal chileno, exitoso en cifras macroeconómicas pero despegado de la población, que cobra sueldos muy bajos, recibe pensiones aún inferiores y no puede ahorrar por las deudas que genera a lo largo de su vida para costear la educación y la salud.