“La llamada ha sido muy buena tanto para China como para EEUU. Espero que resolvamos muchos problemas juntos. Hablamos de equilibrar el comercio, del fentanilo, de TikTok y de muchos otros temas. El presidente Xi y yo haremos todo lo posible para que el mundo sea más pacífico y seguro”, expresó Trump en una publicación en Truth Social.
Se trata de la primera llamada entre el presidente chino y Trump desde que este último dejara la Casa Blanca en 2021.
El equipo de seguridad nacional confeccionado por Trump para su nueva Administración ya ha estado en contacto con Pekín recientemente, pero esta llamada entre el líder chino y el futuro presidente estadounidense supone su primera conversación directa en cuatro años.
Además, esta se ha producido apenas horas después de que la Cancillería china anunciara que será el vicepresidente del gigante asiático, Han Zheng, quien asista en calidad de enviado especial a la ceremonia de toma de posesión de Trump, a pesar de que Xi había sido invitado al evento.
Ningún jefe de Estado chino ha asistido antes al acto de toma de posesión de un presidente estadounidense, según la CBS citando registros del Departamento de Estado que datan de 1874.
Aunque, Xi envió a Trump un mensaje de felicitación tras su reelección en noviembre, asegurando que EEUU y China “ganan con la cooperación y pierden con la confrontación”, añadiendo que esperaba que los dos países pudieran encontrar una manera de “llevarse bien”.
“socios y amigos”. El mandatario chino, a su vez, consideró ayer en su conversación telefónica con Trump que ambos países pueden ser “socios y amigos” y se mostró dispuesto a “promover mayores avances en los vínculos binacionales desde un nuevo punto de partida”, según el Ministerio de Exteriores del país asiático.
“Dados los amplios intereses comunes y el espacio extensivo de cooperación entre los dos países, China y Estados Unidos pueden ser socios y amigos, contribuir al éxito del otro y fomentar la prosperidad común, en beneficio de ambos países y el mundo entero”, dijo Xi a Trump durante la llamada.
De acuerdo a un comunicado de la Cancillería china, los dos líderes acordaron establecer un canal de comunicación estratégica “para mantenerse en contacto regular sobre los transcendentales temas de interés común” durante un contacto en el que también “intercambiaron opiniones sobre la crisis de Ucrania y el conflicto palestino-israelí”, entre otros asuntos.
“Prudencia” con Taiwán. El gobernante chino señaló en la conversación que es “natural que haya algunos desacuerdos entre dos grandes países con distintas realidades nacionales”, pero defendió como crucial “respetar mutuamente los respectivos intereses vitales y preocupaciones transcendentales y encontrar una solución adecuada”.
Así, Xi pidió a Trump que aborde con “prudencia” la cuestión de Taiwán, que “concierne a la soberanía nacional y la integridad territorial de China”, defendió que las relaciones económicas y comerciales bilaterales son “en esencia mutuamente beneficiosas y de ganancias compartidas” y advirtió de que “la confrontación y los conflictos no deben ser una opción”.
“Ambas partes deben adherirse a los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación de ganancias compartidas, trabajar juntas más estrechamente y hacer más cosas grandes, prácticas y buenas que beneficien a ambos países y al mundo, permitiendo que China y Estados Unidos, como dos barcos gigantes, avancen sin cesar por la vía de desarrollo estable, sano y sostenible”, aseveró el líder chino.