El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves el nombramiento de los actores y directores Sylvester Stallone (‘Rocky’) y Mel Gibson (‘Braveheart’), además del actor Jon Voight (‘Midnight Cowboy’), como embajadores especiales en el “muy problemático” Hollywood.
“Me ayudarán como enviados especiales para que Hollywood, que en los últimos cuatro años ha perdido muchos negocios en el extranjero, VUELVA MÁS GRANDE, MEJOR Y MÁS FUERTE QUE NUNCA”, publicó en su red social, Truth Social.
El republicano lamentó todos los “problemas” que, según él, hay en Hollywood y creó este cargo con el objetivo de mejorar la situación desde un punto de vista empresarial.
“SERÁN SUS OJOS Y OÍDOS”. ”Estos tres hombres talentosos serán mis ojos y mis oídos. Haré lo que me sugieran”, dijo.
Stallone definió a Trump en una cena después de que ganara las elecciones presidenciales de noviembre, en la que sirvió de maestro de ceremonias, como el segundo George Washington, el primer mandatario estadounidense (1789- 1797) y unos de los padres fundadores de la nación.
Por su parte, Gibson calificó como poco inteligente a la rival de Trump, la vicepresidenta, Kamala Harris. Tiene el “el cociente intelectual de una valla”, manifestó el galardonado actor y director de cine.
SEGURIDAD EN WASHINGTON. Con cercas interminables, drones y unos 25.000 agentes de seguridad, la capital de Estados Unidos se prepara para la Trump.
Washington está acostumbrado a actos de alto riesgo, pero rara vez tantos en tan poco tiempo.
La investidura del lunes será el tercer “acto nacional de seguridad especial” de alto nivel en solo dos semanas, después de la certificación de las elecciones el 6 de enero y el funeral del ex presidente Jimmy Carter.
La ciudad se prepara para recibir a menos visitantes el 20 de enero que en la primera toma de posesión de Trump hace ocho años, cuando las autoridades anticiparon hasta un millón de personas.
MÁS VALLAS Y AGENTES. Aún así se han previsto 48 kilómetros de cercas antiescalada alrededor del perímetro de seguridad. Todo un récord. La Casa Blanca, el Capitolio y partes de la ruta del desfile por la Avenida Pensilvania ya están rodeados por barreras metálicas de 2,4 metros de alto.
Alrededor de 25.000 agentes de las fuerzas de seguridad y militares se están concentrando en Washington.