El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó ayer que quiere que la prisión militar de Guantánamo, normalmente reservada para presos acusados de terrorismo, esté lista para albergar a hasta 30.000 migrantes en situación irregular. “Firmaré hoy (por ayer) un decreto ordenando a los Departamentos de Defensa y Seguridad Interior que comiencen a preparar las instalaciones para 30.000 migrantes en la bahía de Guantánamo”, afirmó. Añadió que se trataría de “criminales” en situación irregular.
Algunos de estos migrantes “son tan malos que ni siquiera confiamos en que los países los retengan, porque no queremos que regresen”, dijo Trump.
La medida “duplicaría nuestra capacidad de inmediato” para retener a los migrantes, añadió, y describió Guantánamo como un “lugar del que es difícil salir”.
Durante su campaña presidencial, Donald Trump denunció una “invasión” de migrantes, a los que acusa de “envenenar la sangre” de Estados Unidos y de haber provocado una ola de criminalidad, algo que ninguna estadística oficial demuestra.
La prisión de la bahía de Guantánamo fue inaugurada en 2002, dentro de una base militar estadounidense en Cuba, como parte de la “guerra contra el terrorismo” declarada por el ex presidente George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Han pasado por ella cientos de prisioneros, incluidos algunos miembros de Al Qaida. Es polémica por sus extremas condiciones de detención y el uso de tortura.
Los ex presidentes demócratas Joe Biden y Barack Obama prometieron cerrarla, pero ninguno lo logró durante sus mandatos.
El Pentágono opera en la base de Guantánamo un centro de detención para inmigrantes, el cual administra de manera independiente a la prisión destinada a sospechosos de terrorismo.
Los migrantes que llegan a la base de Guantánamo son aquellos que las autoridades estadounidenses interceptan en el mar cuando intentan alcanzar las costas del país, principalmente procedentes de Cuba y Haití.
La población migrante en la base suele ser muy baja. De acuerdo con datos publicados por The New York Times, entre 2020 y 2023 el centro solo albergó a 37 personas.
La base de Guantánamo funciona en un vacío jurídico donde no se aplican las mismas garantías legales en materia migratoria que rigen en territorio continental estadounidense.
La situación en las instalaciones migratorias de Guantánamo ha sido históricamente opaca, con poca información pública sobre lo que ocurre allí.
Un reportaje publicado en septiembre de 2024 por The New York Times, basado en informes internos del Gobierno, reveló que los detenidos enfrentan condiciones precarias, incluyendo denuncias de que son obligados a usar gafas de visión opaca durante los traslados dentro de la base, que sus llamadas con abogados son monitoreadas y que algunas instalaciones están llenas de ratas.
Venezolanos se quedan sin amparo migratorio
El gobierno de Donald Trump revocó ayer la extensión del amparo migratorio para los venezolanos –decidida por Joe Biden poco antes de dejar el cargo– que permite a más de 600.000 personas vivir y trabajar en Estados Unidos. “Los habitantes de este país quieren esta basura fuera. Quieren que sus comunidades estén seguras”, declaró la secretaria del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Kristi Noem, al anunciar la medida en Fox News. “Hemos parado eso. Hoy (por ayer) firmamos una orden ejecutiva” en el DHS estipulando que “no íbamos a seguir con lo que hizo para atarnos las manos”, afirmó refiriéndose a su predecesor Alejandro Mayorkas. “Suponía que iban a poder quedarse aquí y violar nuestras leyes durante otros 18 meses” pero “vamos a seguir el procedimiento y evaluar a todos estos individuos que están en nuestro país”, insistió. El 10 de enero, coincidiendo con la investidura presidencial de Nicolás Maduro en Caracas, la administración demócrata prolongó el Estatus de Protección Temporal (TPS) por 18 meses para los venezolanos, desde el 3 de abril de 2025 hasta el 2 de octubre de 2026. Alegó “la grave emergencia humanitaria que el país continúa enfrentando por las crisis políticas y económicas bajo el inhumano régimen de Maduro”.
El TPS es un programa establecido por el Congreso para ciudadanos extranjeros que no pueden regresar de manera segura a su país debido a desastres naturales, conflictos armados u otras condiciones extraordinarias. Según el Pew Research Center, hasta marzo de 2024 había 1,2 millones de personas elegibles para el TPS o que se habían beneficiado del programa, siendo los venezolanos el grupo más grande. En cuanto asumió el cargo hace poco más de una semana, Trump declaró una emergencia nacional en la frontera con México y empezó a demoler el legado de Biden en todos los frentes con una salva de decretos. AFP