Poco más de una hora y media duró el discurso en el que apenas mencionó al presidente Joe Biden, de quien siempre se ha burlado por su avanzada edad, tanto con palabras y con jocosas imitaciones de sus movimientos.
Empezó a hablar precisamente llamando a la mesura política al afirmar que “es necesario curar la división de la sociedad” y que será el mandatario de todos los estadounidenses, y no solo de los de su partido.
“Creo que fue un poco más suave porque está agradecido de seguir vivo. Se vio más suavizado y creo que eso es bueno”, apuntó a EFE Aaron Russell, un delegado del Partido Republicano de Georgia.
En opinión de Martha Cole, de California, Trump siempre ha sido “extremadamente interesante, elocuente y divertido”, pero hoy “parecía un poco más apagado”, una situación normal porque no todo el mundo afronta “un intento de asesinato”, apuntó.
La del pasado jueves fue la primera intervención pública de Trump desde que fue víctima de un intento de asesinato durante un mitin en Butler (Pensilvania) y, aunque su discurso fue el mismo de siempre en el fondo, con la inmigración, China y su virus como algunos de sus temas favoritos, no lo fue en la forma. EFE