El presidente estadounidense, Donald Trump, comenzó este martes su segundo día de mandato con el propósito de aplicar la salva de medidas anunciadas por decreto para enterrar el legado de Joe Biden y combatir la migración ilegal.
Por la mañana, el republicano acudió a la Catedral Nacional de Washington para un servicio religioso sobrio, tras la pompa y la euforia de las ceremonias de la víspera.
Después, de vuelta a la política, a primera hora de la tarde recibió en la Casa Blanca a los líderes republicanos del Congreso para abordar el programa de los 100 primeros días de su segundo mandato.
A sus 78 años, Donald Trump se ha convertido en el presidente de más edad en tomar posesión del cargo en la historia de Estados Unidos, lo que no le ha impedido comenzar su segundo mandato a toda velocidad con la firma de decretos para revertir mandatos de la administración anterior y así cumplir las promesas electorales, sobre todo la lucha contra la inmigración ilegal, el aumento de la producción de hidrocarburos y el reconocimiento de “dos sexos” para poner fin al “delirio transgénero”.
También empezó a desgranar su ofensiva antimigración, declarando un estado de emergencia nacional en la frontera con México y permitiendo movilizar las fuerzas armadas para repeler lo que considera “una invasión”.
REDADAS. Trump dio vía libre este martes a las redadas de migración en lugares previamente considerados “protegidos” como escuelas, iglesias y hospitales. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) revocó una directriz de la Administración de Joe Biden que instruía a las autoridades migratorias a evitar redadas en estos lugares o cerca a ellos. El Gobierno alega que la decisión de este martes “empodera” a los agentes de migración a “seguir las leyes” y capturar a los que llaman “criminales extranjeros”, según indicó un portavoz del DHS en un comunicado.
El texto asegura además, sin citar pruebas o ejemplos, que hay “criminales” que se “esconden en las escuelas y las iglesias” de EEUU para evadir ser arrestados.
Además designó a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, prevé invocar una ley de 1798 contra las pandillas e imponer a México y a Canadá aranceles del 25% a partir del 1 de febrero.
El republicano reiteró sus objetivos expansionistas, afirmando que Estados Unidos recuperará el canal de Panamá y cambiará el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América. Y está convencido de que Dinamarca se hará a la idea de ceder Groenlandia.
El multimillonario ha decretado un estado de emergencia energética para impulsar la producción de hidrocarburos a pesar de que el país ya es el primer productor mundial.
RELACIÓN CON AMÉRICA LATINA. El lunes, al ser consultado sobre cómo cree que será su relación con los países de América Latina, el mandatario ofreció una respuesta inesperada. Pues si bien, afirmó en un primer momento que esperaba que fuera “genial”, a continuación agregó: “Ellos nos necesitan más a nosotros. No los necesitamos. Ellos nos necesitan. Todo el mundo nos necesita”. Esta afirmación la realizó mientras firmaba varios decretos en la Oficina Oval de la Casa Blanca.