La Cumbre de las Américas despegó este lunes en Los Ángeles, en Estados Unidos, con turbulencias después de la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela, así como la deserción del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de este encuentro, en represalia a la decisión de Washington de no invitar a los gobiernos mencionados.
“No voy a la cumbre porque no se invita a todos los países de América y yo creo en la necesidad de cambiar la política que se ha venido imponiendo desde hace siglos, la exclusión”, dijo López Obrador, mientras que Estados Unidos minimizó la deserción de México, que estará representado por su canciller Marcelo Ebrard.
“La posición del presidente (Joe Biden) es que no creemos que los dictadores deban ser invitados, razón por la cual el presidente (López Obrador) decidió no asistir”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
“Vamos a recibir al canciller Ebrard y aplaudimos la significativa contribución de México a la cumbre”, agregó la vocera, quien anunció que López Obrador visitará Washington en julio de este año.
La cita regional, que debería servir para trabajar en una agenda conjunta, ha mostrado las divisiones en una región donde “la influencia de Estados Unidos ya no es lo que era”, según consideró el centro de estudios Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).
Frente a la ausencia del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, su canciller Bruno Rodríguez calificó la cita de un “fracaso neoliberal” que “aísla y desconecta a EEUU de Nuestra América”.
En tanto que el líder disidente cubano Manuel Cuesta Morúa afirmó que el Gobierno impidió el viaje de opositores a la Cumbre. “Un régimen excluyente que protesta cuando le excluyen”, tuiteó.
Los presidentes de Honduras, Xiomara Castro, quien se alineó con López Obrador, de Guatemala, Alejandro Giammattei, cuya gestión ha recibido críticas de la Casa Blanca, y de Bolivia, Luis Arce, tampoco estarán presentes en la cita, que no se celebraba en Estados Unidos desde 1994, cuando la primera Cumbre de las Américas se realizó en Miami bajo el liderazgo de Bill Clinton.
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Por su parte, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, canceló el lunes su viaje tras dar positivo al Covid-19.
El jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Brian Nichols, dijo este lunes que Venezuela estará representada en eventos de la sociedad civil por representantes de Juan Guaidó, líder opositor a quien Estados Unidos y unos 50 países más reconocen como presidente interino.
La representación del venezolano en Estados Unidos dijo a la AFP que no fueron invitados ni tenían previsión de comparecer.
La situación venezolana fue abordada en Washington por el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, y el cardenal Pietro Parolin. “Los dos discutieron sobre Venezuela y la importancia de las negociaciones entre el régimen y la Plataforma Unitaria como el mejor camino para resolver la crisis”, dijo el portavoz de Blinken, Ned Price, en un comunicado.
El centro de Los Ángeles, donde se realizan la mayoría de las reuniones y encuentros de la Cumbre, amaneció con seguridad reforzada. Los líderes de los países participantes comenzaron a llegar este lunes.
Son esperados, entre otros, el mandatario de Chile, Gabriel Boric; de Argentina, Alberto Fernández; y de Brasil, Jair Bolsonaro, quien debe reunirse con Biden el jueves, de acuerdo con fuentes de Brasilia, en el que sería el primer encuentro de ambos mandatarios.
El presidente de la República de Paraguay, Mario Abdo Benítez, también había afirmado días pasados que asistirá a la Cumbre de las Américas y dijo que en la ocasión presentará al país como “estratégico para la inversión”.
“Abusos y demoras”
El presidente estadounidense Joe Biden, quien viajará a Los Ángeles el miércoles, espera alcanzar acuerdos en materia económica y sanitaria, además de enfocarse en la situación migratoria, tema clave para la elección estadounidense de mitad de período que se realiza en noviembre.
La Cumbre de las Américas arranca en momentos en que Estados Unidos mantiene su frontera terrestre cerrada a viajantes sin visa bajo la restricción sanitaria Título 42.
Decenas de migrantes de más de cien países, con altos números de Centroamérica y el Caribe, llegan a diario a lo largo de la frontera sur con México en busca de asilo o de una oportunidad de ingreso.
En paralelo, una caravana con miles de migrantes de países como Venezuela, Honduras y Nicaragua salieron este lunes bajo una intensa lluvia desde Tapachula, en el Sur de México, con la intención de recorrer a pie más de 3.000 kilómetros para llegar a Estados Unidos.
“Le decimos a los mandatarios de los países que hoy se reúnen en la Cumbre de las Américas, que las mujeres y los niños migrantes, las familias migrantes, no somos moneda de cambio, de intereses ideológicos y políticos”, declaró a la AFP Luis García Villagrán, coordinador de la ONG Centro de la Dignificación Humana, que acompaña a los migrantes, añadiendo: “Caminamos por nuestra libertad, porque tenemos derecho a migrar”.
La organización Human Rights Watch denunció en un informe que Estados Unidos y México vulneran los derechos de migrantes y solicitantes de asilo.
“Aquellos que cruzan la frontera sur de México huyendo de la violencia y la persecución tienen dificultades para obtener protección, se enfrentan a graves abusos y demoras”, denunció la oenegé, que también cuestionó las restricciones impuestas por Washington.