Este nuevo temblor se ha registrado en la localidad de Samanda, a unos 12 kilómetros de la costa mediterránea, por lo que AFAD, la agencia turca de emergencias, ha pedido alejarse del agua.
No se dispone aún de datos sobre posibles nuevos daños o víctimas, pero numerosos reporteros presentes en Antioquía, cerca del epicentro, informaron que el temblor provocó pánico en los supervivientes alojados en tiendas de campaña.
Al menos un edificio ya a medio colapsar se desplomó entero y cascotes de otros dañaron coches aparcados, informa la cadena NTV.
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Ahmet Ovgun Ercan, un prestigioso geofísico de la Universidad Técnica de Estambul, aseguró a la emisora HalkTV que este sismo, al que calculó una duración de 17 segundos, es un fenómeno normal y anticipó que algunos edificios ya dañados se habrán desplomado.
Desde el sismo del pasado día 6, ninguno de los edificios en Antioquía es aún habitable, pero hay equipos de trabajo de desescombro que pueden haber sido atrapados por algún desplome.
Además, muchos supervivientes tienen el hábito de reunirse alrededor de fogatas ante los edificios derrumbados para ayudar en la identificación de cadáveres, y pueden estar en riesgo si se desploma algún edificio vecino que aún quede en pie.
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“Era terrible, nos han caído encima ventanas rotas. Todo el mundo ha salido de las tiendas con pánico. Con la oscuridad no se puede ver todavía qué ha pasado”, dijo por teléfono Ugur Sahin, un reportero del diario BirGün.
El centro de emergencias nacional AFAD, que ubica el epicentro del sismo en el barrio de Defne en la propia Antioquía, habla de una segunda réplica de magnitud 5,8 con epicentro en Samandag.