La controversia se inició en enero, cuando el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, invitó a su homólogo armenio Serge Sarkisian, entre otros jefes de Estado y de Gobierno, al 100 aniversario de los combates entre las tropas del Imperio otomano y los aliados en los Dardanelos.
Como ya ocurriera el año pasado, las autoridades de Ankara fijaron el 24 de abril para la celebración, un día antes de la fecha del desembarco de los soldados británicos, australianos, neozelandeses y franceses en la casi isla de Gallipoli, el 25 de abril de 1915.
La invitación provocó el enojo de Sarkisian, que la rechazó de inmediato recordando que ese mismo día, en la capital armenia, Erevan, honraría la memoria de los centenares de miles de armenios exterminados por los otomanos a partir de 1915.
Según Armenia, y otros países, estas matanzas costaron la vida a 1,5 millones de armenios en una campaña de eliminación sistemática asimilable a un genocidio. Turquía rechaza categóricamente este término y denuncia a quienes lo utilizan.
El presidente armenio acusó así claramente al dirigente islamo-conservador turco de querer librarse de una “manipulación de la historia” y “desviar la atención del mundo de las actividades sobre el centenario del genocidio”. AFP