El jefe de Estado ucraniano se reunió en Hiroshima, con los dirigentes de las siete economías occidentales más industrializadas (EEUU, Canadá, Japón, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia), además de otros invitados a la cumbre. Poco después de su llegada, Moscú aseguró que capturó Bajmut, escenario de la más larga y sangrienta batalla desde que comenzó la invasión de Ucrania en febrero de 2022.
Zelenski reconoció que había tropas rusas en esa ciudad del este del país, pero insistió en que la localidad “no está ocupada”.
El domingo se reunió con el presidente estadounidense, Joe Biden, quien prometió a Kiev nuevos envíos de armas, municiones y vehículos blindados por valor de unos 375 millones de dólares, días después de permitir a sus aliados el suministro de aviones de combate F-16 a Ucrania.
Biden aseguró que los países occidentales que apoyan a Kiev “no vacilarán” ante la ofensiva rusa en Ucrania. “Putin no romperá nuestra determinación [de apoyar a Kiev] como creía que podía hacer”, señaló.
“Los dirigentes del G7 invitaron a su reunión al jefe de filas del régimen de Kiev, al que controlan, y transformaron el evento de Hiroshima en un espectáculo de propaganda”, apuntó el domingo el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
La presencia de Zelenski en Hiroshima, colocó la invasión rusa de Ucrania en el centro de los debates del G7, eclipsando otras temáticas como las relaciones de los aliados con China. AFP