Las operaciones rusas en Kursk prosiguen y, según dijo Zelenski este fin de semana tras reunirse con el jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Sirski, allí los militares ucranianos están haciéndose más fuertes por momentos.
“La cabeza de puente de nuestra presencia es cada vez más fuerte”, señaló el presidente ucraniano el sábado, apenas unas horas antes de que la Fuerza Aérea de Ucrania informara este domingo de la destrucción de otro puente en la región rusa donde los militares ucranianos desarrollan su exitosa incursión.
Esa infraestructura es la segunda sobre el río Seim que, según ha trascendido, ataca Ucrania con el objetivo de privar “al enemigo de capacidades logísticas, lo que afecta de modo significativo el curso de las hostilidades”, según explicó Mikola Oleschuk, responsable de la Fuerza Aérea.
Nota relacionada: Ucrania ataca región de Rusia, zona que se declara en estado de emergencia
Estos éxitos sobre el terreno no evitan que las autoridades de Kiev tengan que tomar medidas de protección civil como las registradas en la región de Sumi, área de Ucrania fronteriza con Rusia, y desde donde se han proyectado en su incursión las fuerzas ucranianas.
En Sumi se introdujeron el sábado restricciones de movimiento de veinte kilómetros, mientras se lleva a cabo la evacuación allí de poblaciones situadas a una distancia de entre cinco y diez kilómetros de la línea del frente en Kursk.
Según el último informe del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), institución que sigue y analiza a diario el conflicto, la operación ucraniana en Kursk “ya ha generado presiones operativas y estratégicas en todo el teatro de operaciones sobre las fuerzas rusas, y es probable que las fases posteriores de los combates dentro de Rusia generen aún mayores presiones”.
Lea también: Rusia y Ucrania intercambian 95 prisioneros de guerra
La incursión, que manifiesta la mayor capacidad de los militares ucranianos de actuar por sorpresa en operaciones en las que Rusia no puede imponerse, ha obligado al Ejército ruso a desplegar hasta once batallones en Kursk, explicó el ISW al aludir a unos recursos bélicos sobre los que se especula iban a servir a Moscú para reforzar las ofensivas en el este de Ucrania.
El empuje ruso en el este
Precisamente en el este de Ucrania, las fuerzas invasoras no han cesado en sus intentos de avanzar, aunque este domingo el Ejército ucraniano pudo reivindicar el poder repeler con éxito en la región de Donetsk un “ataque masivo”, según los términos del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas del país de Zelenski.
En dicho ataque, destinado según Kiev a generar un avance ruso hacia la ciudad de Toretsk, 68 militares quedaron “neutralizados” y diez de los doce vehículos blindados empleados en el ataque de Rusia fueron destruidos en una lucha que tuvo lugar en las poblaciones de Zalizne y Severnie.
Otros ataques en Donetsk son una constante, como los que recogía este domingo la agencia ucraniana Ukrinform y según los cuales el sábado murieron dos personas, una en Toretsk y otra en Mirnogrado, al ser golpeadas esas poblaciones por la artillería rusa.
La víspera también murió en Mirnogrado otra persona, mientras que otras cuatro resultaron heridas por bombardeos con artillería.
Las autoridades ucranianas recuerdan que la región de Donetsk es peligrosa y por eso han llamado a las evacuaciones allí.
En otras regiones del este ucraniano, como en Járkov, en el noreste y a escasos 200 kilómetros de Sumi, el Ejército ruso parece haber reducido su actividad, según explicó Vitali Sarantsev, portavoz militar.
Sin embargo, tal y como recoge Ukrinform, él definió la situación en ese área como “difícil”, pues está bajo una cantidad de disparos de artillería de las fuerzas invasoras que oscila entre los 300 y 400 al día.
Fuente: EFE.