05 nov. 2024

Ucrania, tan lejos y tan cerca

Por Josep Borrell Fontelles, Alto Representante de la UE

Se cumple un mes de la invasión de Ucrania. Ahora contemplamos las imágenes de los refugiados, cerca ya de 4 millones, y de los ataques indiscriminados contra objetivos civiles. La guerra relámpago de Putin se ha convertido en una carnicería. Las tropas rusas, incapaces de tomar ciudades, las destruyen, como están haciendo con Mariúpol, la Alepo europea.

Ucrania, nos dice Putin, no tiene derecho a existir como nación independiente. Pero esa brutal invasión no afecta solo a los ucranianos. Tampoco solo a los europeos porque estemos más cerca. Afecta a toda la comunidad internacional que en la ONU ha condenado, por dos veces y una amplísima mayoría, la agresión rusa y pide que se detenga la guerra que se estanca.

En mi discurso ante el Parlamento Europeo, un día antes de la primera votación en las Naciones Unidas, recordé que cuando un poderoso matón agrede sin justificación a un vecino mucho más débil que aspira a vivir en libertad, “nadie podía mirar para otro lado”. Y América Latina y el Caribe no miraron para otro lado. Respondieron como ninguna otra región en el mundo. Solo 4 países se abstuvieron y nadie votó en contra. Sí, los países de América Latina y el Caribe estuvieron de nuestro lado. Pero “nuestro lado” no es el “lado europeo”. Esta no es otra guerra entre europeos que suena distante. La región latinoamericana y caribeña estuvo del lado del derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas, de la soberanía nacional e integridad territorial y, en definitiva, de los valores que nos unen en la convivencia pacífica y respetuosa.

Ucrania tiene derecho a determinar su propio futuro, asegurar sus propias fronteras internacionalmente reconocidas y comerciar y tratar con quien quiera. Es la misma soberanía que los países de América Latina y el Caribe atesoran con tanto aplomo. Ucrania cae lejos. Pero las implicaciones para todos nosotros, a ambos lados del Atlántico, son las mismas e igualmente profundas. Por eso no nos ha hecho falta preguntar por quién doblan las campanas; sabemos que doblan por nosotros también y por eso ayudamos a Ucrania y sancionamos a Rusia. Y los arrebatos imperiales y beligerantes de Putin, pretendiendo justificar su invasión para “desnazificar” Ucrania no han engañado a una región en la que, desde 1969, el Tratado de Tlatelolco proscribe las armas nucleares.

Esta guerra injustificada ha puesto de acuerdo a los europeos en la necesidad de una Europa geopolítica.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.