Está previsto que los Veintisiete concreten la forma para poder utilizar 1.400 millones de los beneficios extraordinarios que generan los activos rusos inmovilizados por las sanciones europeas, que se encuentran principalmente en Bélgica, en la casa de compensación Euroclear.
Un dinero que la UE utilizará para comprar munición y sistemas de defensa antiaérea que irán directamente a la industria de defensa ucraniana, según explicó una fuente europea.
Mientras tanto, seguirán negociando con Hungría –el principal aliado de Rusia en la UE– para que levante el veto a 6.600 millones de euros del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz que la UE utiliza para reembolsar a los Estados miembros parte del coste del material militar que dan a Ucrania.
La UE considera que debe apoyar militarmente a Ucrania porque está en juego su propia seguridad en caso de que Rusia se imponga en la guerra, sobre cuya situación discutirán el lunes los ministros con su homólogo ucraniano, Dmitró Kuleba.
Todo ello en la víspera de que la UE inicie mañana las negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia, dos años después de haberles concedido el estatus de países candidatos a entrar en el club comunitario, lo que supondrá un momento simbólico del apoyo que les muestran los Veintisiete.
La del martes será la única ronda de negociaciones con Kiev y Chisinau este año, ya que Hungría, que asumirá la presidencia rotatoria de la UE el próximo 1 de julio, dijo públicamente que durante el segundo semestre solo impulsará las conversaciones con Los Balcanes occidentales. EFE