Acorralado por la presión ciudadana y mediática, que se intensificó tras el salvataje que le dieron el pasado miércoles en la Cámara de Diputados al impedir su pérdida de investidura, el diputado colorado José María Ibáñez no tuvo más opción que presentar ayer su renuncia indeclinable al cargo al que volvió a acceder en las elecciones de abril.
La dimisión debe ser aceptada por el pleno de la Cámara Baja, que deberá convocar al suplente, Juan Carlos Nano Galaverna, hijo del verborrágico senador del mismo nombre.
Los rumores de la renuncia aumentaron durante el fin de semana, y en la tarde de ayer el legislador que confesó haber robado al Estado se reunió en la presidencia de la Cámara Baja con varios de sus correligionarios y líderes de bancadas a quienes entregó su nota, luego de que estos le sugirieran su dimisión.
Ibáñez fue dejado solo incluso por su pares que el pasado miércoles le dieron su respaldo. En la mañana de ayer varios de sus correligionarios, reconociendo que no esperaban la reacción ciudadana que se dio, expresaron su arrepentimiento por haber defendido al legislador, que fue blanqueado por la Justicia.
Todo el bloque cartista, a través de su líder de bancada, Basilio Núñez, anunció que le retiraban el apoyo a su colega y correligionario.
Estas circunstancias empujaron aun más a Ibáñez a presentar su dimisión. “Esta decisión se debe a que, luego de una serena reflexión con los líderes de diversas bancadas y colegas de distintos sectores políticos, hemos llegado a la conclusión que la paz de la República y la convivencia pacífica de nuestro pueblo están por encima de cualquier propósito y merece todo tipo de renunciamiento”, dice parte de la nota de Ibáñez.
NUEVA ADMINISTRACIÓN. Tal como sucedió en la sesión en la que se trató su pérdida de investidura, Ibáñez no realizó en su escrito un mea culpa sobre los hechos que lo llevaron a enfrentar un proceso judicial y una salida que lo blanqueó como la suspensión condicional del procedimiento, sino más bien dijo que su decisión es para generar estabilidad al presidente electo, su correligionario Mario Abdo Benítez, quien debe asumir el 15 de agosto al mando del país. “Estamos en puertas del inicio de una nueva administración política, y el país se merece resguardar la estabilidad institucional y la armonía social, para que la República pueda seguir la marcha, trabajando entre todos los sectores políticos, económicos y sociales por una agenda orientada al desarrollo integral de nuestro pueblo”, expresó Ibáñez en nota de dimisión.
Como despedida, Ibáñez agradeció a los electores del Departamento Central “que me dieron su confianza”, aunque el legislador, tanto en las internas como en las generales, formó parte de las listas sábanas, lo que le permitió ser electo nuevamente sin haber realizado campaña política y sin que haya aparecido en un acto público, justamente por sus malos antecedentes.
“También respeto a los demás sectores ciudadanos que se expresan democráticamente con sus opiniones y críticas”, culmina Ibáñez su nota que fue entregada a los medios de prensa por el presidente de Diputados, el colorado abdista Miguel Cuevas.
Tras dar a conocer la renuncia, un nervioso Cuevas leyó un comunicado en representación de la Cámara Baja. Las pocas líneas que tuvo que leer lo hizo a dura penas, temblando y con la voz entrecortada, por lo que apenas terminó su lectura y ante la lluvia de consultas de los periodistas entró corriendo nuevamente a su oficina.
En el comunicado señaló que posterior a una reunión con Ibáñez acordaron sugerirle que presente su dimisión, “a los efectos de no comprometer y salvaguardar la institucionalidad de la República en aras de lograr la armonía y paz social, necesarias para seguir trabajando por el desarrollo del país”.
DISCULPAS. Ibáñez, quien fue en la tarde de ayer a la Cámara de Diputados para entregar su renuncia, no se animó a dar la cara ante los periodistas acreditados y prefirió huir por un ascensor interno de la presidencia. Luego, apelando a su página de Facebook, escribió una extensa nota donde por primera vez pidió disculpas, pero a la vez prometió seguir trabajando al servicio de la gente. “Pido disculpas a la ciudadanía que se sintió ofendida por mi caso, pero mi salida no impedirá que siga trabajando al servicio de la gente mas necesitada”, escribió.
Indicó que el paso de dejar su banca lo daba “serenamente, con el espíritu de pacificar los ánimos y recuperar la armonía social y la estabilidad institucional necesarias para que nuestro país siga avanzando en una agenda pública, centrada en los grandes problemas nacionales”.
En otra parte de su texto expresó que su agenda personal y política siempre está al servicio de la gente.
“Desde mi hogar, desde la lucha en las calles, en los distritos y compañías del Departamento Central, donde comparto con personas maravillosas, a ellos les digo que estaré siempre a su lado”, acotó el legislador que con la ayuda de 52 de sus colegas se salvó de perder su banca. A estos les agradeció “por su amistad y por su confianza”.
Reiteró que era hora de dar un paso al costado y “no seguir alargando una agonía que genera inestabilidad, que daña la institucionalidad de la Cámara de Diputados y del país”.
Dijo también que lo hacía con la mayor humildad.
Las reacciones no se hicieron esperar y muchos lamentaron que el legislador no acepte las críticas porque borró los comentarios en donde la mayoría le señalaba que su renuncia era lo mínimo que podía presentar. “¿No te da verguenza ser tan cínico y ladrón? Das asco”, le escribió Martin Ricciardi.
Prometen canales de escucha
El titular de la Cámara de Diputados, Miguel Cuevas, por medio de un comunicado, señaló que desde la institución se comprometen a crear canales de escucha y comunicación en todo el país con la ciudadanía, “a fin de lograr una gestión fluida y eficiente en forma coordinada con las expectativas ciudadanas”.Esto surge a raíz de las manifestaciones de la gente tras la decisión que asumieron la semana pasada a favor de José María Ibáñez. Los legisladores no tuvieron en cuenta el hartazgo de la población.
Pagó a sus tres caseros con plata de la Cámara Baja
El escándalo del caso caseros de oro saltó en el año 2013, cuando publicaciones periodísticas evidenciaron que el diputado colorado José María Ibáñez logró la contratación de tres de sus caseros en la Cámara de Diputados. Los mismos cobraban como funcionarios, pero sin embargo se desempeñaban como caseros de la quinta del legislador en Areguá.Ibáñez gestionó la contratación de Fabio Gómez, Viviana Falcón y Éver Falcón, quienes firmaron el 12 de agosto de 2013 contratos con un sueldo de G. 2.500.000 cada uno como auxiliares administrativos.
Sin embargo, según los registros del recinto legislativo, hasta noviembre de dicho año los mismos no se presentaron a trabajar, aunque firmaron planillas de entrada y salida que fueron certificadas, tanto por Ibáñez como su jefa de gabinete, María Liz Gutiérrez, también acusada en el caso por el Ministerio Público, al igual que la esposa del legislador, Lorena Plabst, ya que los cheques se depositaron en su cuenta personal. Ibáñez fue acusado por estafa, cobro indebido de honorarios y producción de documento falso.Para no llegar a un juicio oral, el legislador consiguió una salida procesal donde reconoció haber robado al Estado Paraguayo. El colorado fue beneficiado con la suspensión condicional del procedimiento impuesta por la resolución del juez Julián López, que determinó el sobreseimiento con el pago de G. 30 millones y la compra de un generador para el Leprocomio Santa Isabel y otras donaciones que totalizan unos G. 5 millones.Además de este blanqueamiento, también recibió el apoyo de su colegas que rechazaron la pérdida de investidura.
Nano Galaverna será el reemplazante del diputado colorado
El seccionalero Juan Carlos Nano Galaverna será quien reemplace en la Cámara de Diputados al renunciante José María Ibáñez, quien deja el cargo ante la fuerte presión ciudadana.Sin embargo, los antecedentes de Galaverna, hijo del polémico senador colorado homónimo (Calé), dejan mucho que desear. Un caso recordado que vincula a Nano con irregularidades es el que fue investigado por el fiscal Eduardo Cazenave en el 2011, cuando todo un plantel de jugadores del club 24 de Mayo de Ypacaraí, en el que Galaverna era arquero titular, cobraba salario del TSJE sin acudir al lugar de trabajo.Según datos, la mayoría de los jugadores estaban comisionados en el Registro Electoral de Ypacaraí. De hecho, uno de los deportistas de la lista de contratados, Luis Ernesto Silva, admitió ante ÚH que nadie controlaba si cumplía o no asistencia en la seccional a la que fue comisionado luego. Silva también contó que logró el contrato con el TSJE, gracias a la recomendación del senador Galaverna.DEL ESTADO. Solamente en el 2010, el Estado paraguayo desembolsó un total de G. 127.360.000 para pagar los salarios de los jugadores del club 24 de Mayo, vinculado además al senador Galaverna. Por si fuera poco, la esposa de Galaverna, Diana Centurión de Galaverna, está nombrada en Itaipú con un salario de G. 28.000.000 desde el 2004.El flamante diputado habló ayer con Noticias Paraguay y aseguró que trabajará. “Voy a representar al Poder Legislativo. Trabajar y dejar en alto a mi familia, a mis amigos, a mi partido, esas son las cosas que uno puede esperar de mí”, manifestó.Dijo que conversó con el senador Galaverna en estos días. “Siempre converso con mi padre, todos los días. Y como suplente número 1 de la Cámara de Diputados esa posibilidad de ingresar a la Cámara siempre estaba latente”, señaló. Agregó que tiene “una mochila muy pesada” por ser el hijo de Calé, quien el próximo año cumple tres décadas en el Congreso. “Pero es una linda responsabilidad, un lindo desafío y espero cumplir a cabalidad”, subrayó.