En el mundo de Hollywood, donde las relaciones efímeras son más la norma que la excepción, la historia de amor entre Blake Lively y Ryan Reynolds destaca como una de las parejas doradas más sólidas de Hollywood. Era 2010, y bajo las brillantes luces de un set de rodaje nació algo más grande que cualquier película.
Blake Lively, quien brillaba como la it girl de Gossip Girl, conoció a Ryan Reynolds, un actor en ascenso cuya personalidad desbordaba carisma. Juntos trabajaron en Linterna Verde, pero el verdadero espectáculo se encontraba detrás de cámaras: El inicio de una historia que cautivaría al mundo.
Un amor de película
En la pantalla interpretaban a dos personajes destinados a conectarse; fuera de ella, sus vidas seguían caminos distintos. Blake estaba en una relación con Penn Badgley, su coprotagonista en la serie que la había lanzado al estrellato. Ryan, por su parte, estaba casado con la icónica Scarlett Johansson. Y aun así, la química entre ellos era evidente, tanto que ambos lo han recordado como un detalle imposible de ignorar.
En el año 2011 los dos se quedaron solteros y en varias entrevistas han contado cómo fue su primera cita. En realidad fue una cita doble, y ambos describen ese día como uno de los más frustrantes de su vida. El propio Ryan se lo contaba en una entrevista a Ellen DeGeneres, “aproximadamente un año después de Linterna verde, los dos estábamos solteros. Fuimos a una cita doble, ella estaba con otro chico y yo con otra chica, y fue la cita más incómoda para nuestros respectivos compañeros porque entre nosotros saltaban chispas”, explica Reynolds.
“Fue una cita horrible para ellos porque éramos como fuegos artificiales”, dijo Ryan, casi disculpándose, en una entrevista en el programa estadounidense The Ellen DeGeneres Show.
Para entonces, el guion de sus vidas había cambiado. Ese día se enamoraron perdidamente y, según People, una semana después, ya estaban buscando una casa juntos.
Nadie lo vio venir, y quizás por eso los primeros rumores de su relación se limitaron a breves avistamientos en Boston, donde Ryan estaba filmando una película. Las imágenes captadas los mostraban compartiendo momentos cotidianos, pequeños destellos de una vida que comenzaban a construir juntos.
Los rumores se convirtieron en certezas cuando las miradas de los curiosos captaron la naturalidad con la que compartían risas, gestos y un afecto que ya no podían disimular. Blake y Ryan parecían moverse en sincronía perfecta, como si hubieran estado ensayando toda la vida para ese momento.
Rumbo al altar
En 2012 decidieron casarse en Carolina del Sur. Fue una boda secreta, rodeados de un círculo íntimo, lejos de las cámaras. El evento fue perfecto, casi demasiado: Una boda sacada de Pinterest, con un coro infantil y linternas flotando en el cielo nocturno.
“Lo que vimos en ese momento fue un lugar de bodas como los de Pinterest. Lo que vimos después fue un lugar construido sobre una tragedia devastadora”, explicó el actor luego de una polémica generada por el lugar donde se realizó la ceremonia que fue una antigua plantación de esclavos.
La pareja tiene cuatro hijos juntos, James, nació en el 2014, después nacieron Inez y Betty, en 2016 y 2019 respectivamente, y el año 2023 le dieron la bienvenida a su primer hijo, Olin, que nació en febrero.
Una de las peculiaridades de la pareja es la manera en la que anuncia la llegada de un nuevo hijo. Han sido ya varias las veces en las que la actriz ha sorprendido luciendo su pancita en el estreno de alguna película o alfombra roja.
Momento difícil
Ryan Reynolds y Blake Lively enfrentan un torbellino de acusaciones contra Justin Baldoni.
En el mundo del espectáculo, donde la ficción se entrelaza con la realidad, el matrimonio atraviesa un momento turbulento tras la demanda presentada por Lively contra el actor y director Justin Baldoni. Las acusaciones de acoso sexual, un entorno laboral tóxico y una presunta campaña de desprestigio han puesto bajo los reflectores a los involucrados.
Mientras las acusaciones contra Baldoni se acumulan, los esposos Reynolds y Lively parecen mantener un matrimonio unido. A pesar de la difícil situación, los dos continúan utilizando sus plataformas de redes sociales para apoyar causas benéficas y mantener un mensaje positivo.
