Actores sociales, economistas y politólogos se suman en una visión del primer año de gestión de Santiago Peña. En economía, el grado de inversión suma en promesas de inversiones; en lo político, la dependencia de Peña al coloradismo, aunque se enmarca en lo esperado dentro del primer año, habla más claramente del presidente que no podrá establecerse sin el cartismo debido a que no cuenta con bases políticas propias.
En salud se apuntan varias falencias y desde educación ven con preocupación que viejas deudas de infraestructura y recursos humanos no estén contempladas en el presupuesto 2025. Mientras, desde el campo, no se ven aún las mejoras económicas y las deudas históricas sobre la tierra.
En Salud
Rossana González, del Sindicato Nacional de Médicos (Sinamed), en su balance año ve con preocupación aún la falta de insumos en los hospitales, la igualdad de la carga horaria para los médicos, mejoras en infraestructura. González pone principal foco a la atención de las USF para una mejor atención a la población.
“No se perciben cambios, pero si bien existieron avances, como la culminación en su fase final del gran Hospital del Sur y el Hospital de Coronel Oviedo, así como la recuperación del dinero de las vacunas, la extensión del horario nocturno, con la implementación de la atención de médicos hasta las 22:00, y el avance del sistema informático en más hospitales. A nivel país todavía es insuficiente, poniendo en la balanza con todo lo que se tiene”, resaltó González
En cuanto a desafíos en Salud, la doctora remarca que la injerencia política, principalmente en los cargos de dirección, necesita ser abordada y apostar por la preparación profesional. Además de la necesidad de mejores políticas públicas en las licitaciones de insumos para salud para la transparencia de estos procesos.
En el campo
Marcial Gómez, de la Federación Nacional Campesina (FCN), apunta como principales deudas con el campesinado la falta de una política de reforma agraria.
“No existe política de distribución de tierra. No existe una política de apoyo a la producción campesina, producción de alimentos. No existe seguro agrícola, ni previsiones frente a los efectos del cambio climático que afectan a la producción de alimentos”, dijo.
“El Ministerio de Agricultura actualmente tiene un recorte del presupuesto del 35%. No hay crédito productivo. No hay apoyo a la comercialización de la producción”, subraya Gómez.
En cuanto a la apertura del Gobierno, Gómez refiere que existen “algunas reuniones con las autoridades; desde la Federación Nacional Campesina (FNC), hemos presentado propuestas concretas, pero nada tiene una respuesta favorable, menos en la construcción de políticas públicas sobre los temas de la distribución de la tierra, la producción campesina y el desarrollo de los asentamientos”.
“Lo único que avanzó es la deuda externa, el endeudamiento del país llega al 39% del PIB y retrocedimos muchísimos en las libertades públicas, en la institucionalidad democrática, los derechos humanos. La educación y la salud están en terapia”, enfatizó.
En Educación
Gabriel Espínola, titular de la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay (OTEP), se refirió con preocupación al presupuesto para el 2025 en el que no se ven reflejadas las conquistas para el escalafón docente e infraestructura para las escuelas y una desatención a la primera infancia, que se presentó como uno de los estandartes del gobierno Peña.
Además de Hambre Cero, que inició con la promesa de llegar hasta el tercero de la media y terminó dejando a alumnos de este sector. Para Espínola, “la inversión es igual, no hemos tenido mayores recursos”. En cuanto a la primera infancia se arrastran problemas de infraestructura y recursos humanos con contratos que no brindan seguridad social a los docentes. En este sentido, Espínola ve con preocupación el Presupuesto 2025.
“En el proyecto de presupuesto que debe entregarse este 30 de agosto no vemos en la proyección 2025 la cobertura para estos problemas, un 40% no se estaría sosteniendo para el 2025”, sostuvo.
En economía y política
Wildo González, economista, apunta al grado de inversión donde la visión país es determinante en cuanto se cumplan con mantener un Paraguay estable con reformas en recaudación que se iniciaron, pero tienen una implementación lenta.
Sobre el nivel de endeudamiento del 39,3% sobre el PIB, el economista refiere que no sería un tema de preocupación en tanto se den las inversiones internacionales esperadas con el reciente grado de inversión.
“En términos un poco más técnicos, la trayectoria de la deuda PIB es bien estable, no se avizoran grandes riesgos, y las proyecciones están sesgadas de manera positiva, ¿por que? La materialización de los proyectos de inversión privada va a impulsar fuertemente la economía, haciendo que el ratio deuda PIB disminuya por el mayor crecimiento económico”, refiere González.
El economista rescata que “parte importante del fundamento en la mejora en la calificación soberana fue por el manejo fiscal prudente de Paraguay, esto está muy ligado a lograr entrar dentro de los límites de la regla fiscal para el 2026, esto en términos de política económica”, apunta.
González además enumera que la administración de Peña ha mantenido una política fiscal sólida, centrada en la consolidación fiscal y la reducción del déficit. Esto ha sido clave para mejorar la percepción de la estabilidad económica y ha contribuido al reciente ascenso a grado de inversión.
En el ala política, Carlos Peris Castiglioni refiere que el primer año se enmarca en lo esperado como presidente nacido en el Partido Colorado que lo respalda.
“Sigue el transcurso histórico que tuvieron todos los gobiernos colorados, desde la transición, desde el 89 hasta ahora, que a lo mejor son esos dos primeros años de gobierno, es una relación armoniosa, con cierta sintonía, la disidencia o los movimientos opositores parecieran estar desaparecidos, esa dinámica suele cambiar cuando se acercan las elecciones municipales o al final del mandato”, apunta Peris.
No hay Peña sin Cartes
Para Peris Castiglioni, es muy difícil, prácticamente imposible, que exista un quiebre entre Santiago Peña y Horacio Cartes, porque el presidente perdería la gobernabilidad y no tiene un caudal político propio tanto de bases como de dirigentes, o de autoridades.
“Si hay algo que demostró muy bien Peña es su lealtad dentro del movimiento Honor Colorado. Se puede hablar de posiciones diferentes, de posiciones criticas, pero es muy difícil que exista un quiebre. La estabilidad del Gobierno y lo segundo demostró una lealtad no solo a Cartes, sino al movimiento a Honor Colorado; se habla mucho pero el quiebre es prácticamente imposible”, subraya Peris.
En cuanto afecta esta lealtad a Cartes, el politólogo refiere que “afecta tener una extremada dependencia porque no puede tomar consideraciones como jefe de mando, pero que históricamente los gobiernos tienen deudas con sectores empresariales, sociales, siempre hay un poder detrás”.