Conocido como 2022 RM4, este asteroide fue identificado por primera vez el pasado 12 de septiembre y tiene un diámetro estimado de entre 330 y 740 metros, según datos del CNEOS, Centro para el estudio de objetos próximos a la Tierra, de la agencia espacial estadounidense NASA.
Lo más cerca que estará de nuestro planeta es a 2,3 millones de kilómetros, unas seis veces la distancia entre la Tierra y la Luna.
De los aproximadamente un millón de asteroides de los que se tiene constancia en nuestro sistema solar, 30.000 están catalogados como NEO (Near Earth Object), según la última estadística de la NASA (actualizada ayer).
Esta clasificación implica que sus órbitas pasan cerca -siempre en términos astronómicos- de la órbita terrestre.
Hay otra catalogación, los Asteroides Potencialmente Peligrosos, PHA (Potentially Hazardous Asteroids), todavía más cercanos a la Tierra. De estos se conocen unos 2.200, con órbitas cercanas a la Tierra de unos 7,5 millones de kilómetros y con diámetros de más de 150 metros.
A estos cuerpos se les hace un seguimiento más estricto. Fuentes consultadas por EFE señalan que con el que “nos visita” mañana no existe ningún peligro potencial para la Tierra.